LA CIUDAD INTELIGENTE, PERSPECTIVAS Y ANÁLISIS

Les proponemos un compendio de los últimos artículos publicados en RethinkBCN en los que se analiza la Ciudad Inteligente firmados por Héctor Santcovsky, Josep Grau, Carles Grau y Cristina Colom

‘SMART CITIES’, LA METRÓPOLI 4.0 CON ROSTRO HUMANO

Héctor Santcovsky, sociólogo y politólogo, profundiza en el concepto de ciudad inteligente y establece en su artículo los cuatro desafíos que, en su opinión, enfrenta la ciudad que desea avanzar para convertirse en una «smart city».

Cuando hablamos de ciudades inteligentes, ¿en qué pensamos? ¿Es su capacidad para generar conocimiento, inventiva, ser espabilada, lista o muy astuta? ¿De ser eficiente en la prestación de servicios públicos? ¿O en responder a los grandes desafíos actuales como reducir las desigualdades, crecer de manera inclusiva, descarbonizarse? Nos pasa un poco como con la inteligencia artificial. Son términos creados porque seguramente no contamos con otra acepción, y se refiere al hecho de que, en ciertos ámbitos de la gestión de la ciudad –pues es en este ámbito donde se utiliza esta acepción, ya que, en otros aspectos, no se califica de «inteligente» a una ciudad puntera– como por ejemplo los servicios de limpieza, de movilidad, del espacio público, incluyendo lo productivo de los servicios públicos, se la considera «smart» porque está generando algo que en el contexto del cual proviene resulta disruptivo, innovador, eficiente, o muy novedoso.

Esto quiere decir, en última instancia, que la construcción del concepto de «smart», sabiendo que la ciudad “per se” no piensa, se está definiendo por los dispositivos que hacen más fáciles, cómodos y útiles los servicios que se prestan a sus habitantes con un modelo de gestión de prestaciones innovadoras, modernas, prácticas y sobre todo eficientes. Pero quedarían también otros atributos, menos expresados como ciudad “smart”, que podría hacer referencia al hecho de que sea más solidaria, justa, redistributiva, sostenible, equitativa, inclusiva y verde, y que quizás es uno de los debates actuales de cómo evolucionará la ciudad, hacia un modelo 4.0, y sobre todo con la gente como epicentro de este proceso innovador, y de ahí la idea de una metrópoli con rostro humano.

También quedaría definir cómo se evalúan los criterios que la definen como «smart» una ciudad, y con qué indicadores se podrían valorar. En síntesis, cómo deberá evolucionar un territorio para convertirse en una ciudad/metrópoli con rostro humano, donde todo lo que se evalúa tiene que ver en cómo se incluye la variable “gente” por encima de la idea de “tecnología”.

Recordando que las smart cities surgieron como consecuencia de una serie de ferias que traían las innovaciones más importantes en los servicios a las ciudades: recogida selectiva de residuos, semáforos con sonido para personas invidentes, gestión automatizada de la distribución de servicios de diversos tipos, programas para monitorizar el transporte etc., que IBM impulsó el término para acelerar la “tecnologización” y automatización de muchos servicios basándose en sus productos y que en Barcelona, en el año 2008, en el congreso de Smarts, se reorientó hacia una visión más integral.

Si nos centramos en la eficiencia de la prestación de servicios estamos dando un enorme paso adelante en la gestión de la ciudad, pero la pregunta que surge es la siguiente: ¿estamos respondiendo a los desafíos o, mejor dicho, a los desafíos más significativos que tiene la ciudadanía y la ciudad, en este sentido que Bennet hablaba de la “ville” hoy en día, o simplemente estamos haciendo procesos más eficientes en la gestión de los servicios ya establecidos?

Normalmente, cuando nos referimos a la ciudad inteligente hay muchos ejemplos históricos que podrían ser indicativos de proyectos de aplicación de modelos inteligentes de gestión urbana. Especialmente ahora, cuando estamos ante la crisis del cambio climático o de la sequía no podemos dejar de pensar en el Plan Cerdá o en los acueductos romanos, por poner dos ejemplos concretos. Por tanto, se hace muy necesario definir cuáles son los desafíos que hoy en día tiene la ciudad para intentar trabajar sobre nuevos conceptos que contribuyan a hacerla más Smart y, seguramente, en muchos casos aún no tenemos tecnologías implementables.

Existen cuatro desafíos que deberían introducirse de manera fundamental en relación al destino de la metrópoli siguiendo un modelo de smart cities: la desigualdad, la descarbonización, la vivienda y la innovación, esta última como una mancha extensiva a todos los ámbitos de la vida, y no como un tema de la “industria” o la digitalización. Esto no significa que los otros temas no sean importantes, pero, por ejemplo, la industria 4.0 tiene vida propia y “se espabila”, e innova, pero la pregunta es cómo innovamos socialmente, educativamente, en las relaciones sociales, y sobre todo cómo hacemos que una cultura de la innovación o de la equidad y lucha contra las desigualdades penetre, impregne otros ámbitos más allá de los estrictamente tecnológicos. En este sentido, la industria 4.0 podría aportar muchos aspectos a un modelo de ciudad inteligente, ayudando a incorporar en temas como las IoT, o la IA elementos importantes para la gestión de la ciudad. Pero quizás lo más importante e interesante es la inclusión de la visión del 4.0 como un vector tecnológico de innovación que debe penetrar en muchos órdenes de la ciudad y no limitarse a los temas productivos. Sigue leyendo el artículo aquí.

 

LA APUESTA POR LAS INFRAESTRUCTURAS TECNOLÓGICAS

Josep Grau, consultor de estrategia y tecnología, aborda en su artículo las estructuras tecnológicas de Barcelona y su desarrollo.

En este espacio siempre hemos defendido el valor estratégico que tienen las infraestructuras tecnológicas para Barcelona. Las infraestructuras de telecomunicaciones se consideran infraestructuras críticas para el desarrollo de la metrópoli.

El 98% del tráfico internacional de Internet circula a través de infraestructuras de cables submarinos de fibra óptica. Las conexiones dependen de miles de kilómetros de cables que, a profundidades de unos 5.000 metros, cruzan los mares y océanos del Planeta.

En el mundo existen unos 400 cables submarinos. Es un sector en el que las infraestructuras de telecomunicaciones están creciendo mucho. Los nuevos despliegues están liderados por las grandes empresas tecnológicas mundiales, que incrementan su capacidad de transmisión y reducen la latencia del tráfico.

El sur de Europa dispone de 45 cables submarinos, 10 conectan con España y 9 a Portugal, y en proceso de despliegue hay 6 más. La situación geoestratégica de la península hace que seamos un nodo estratégico de conexión entre Europa, África y América que permite aumentar su relevancia en la economía digital global.

La posición geoestratégica que Barcelona en el Mediterráneo le permite convertirse en un centro neurálgico para ser un importante punto de interconexión de cables submarinos en Europa. Barcelona Cable Landing Station (BCLS), liderado por la empresa catalana AFR-IX Telecom, está construyendo en Sant Adrià de Besòs la mayor infraestructura de cable submarino del Mediterráneo, una estación de aterrizaje de alta capacidad en Barcelona.

Esta infraestructura será la primera estación internacional de aterrizaje de cables submarinos construida en Cataluña, la instalación operará como gestor independiente en régimen de alquiler. El modelo neutral, que explotará AFR-IX, es un modelo innovador de acceso abierto, que facilita la libre competencia entre los grandes operadores.

Barcelona CLS es la mejor alternativa frente a otras alternativas, como la que quiere ofrecer la nueva estación en la ciudad de Génova. La de Barcelona nos permitirá descongestionar el tráfico que pasa por Marsella. La infraestructura francesa da servicios a 10 cables submarinos y en proceso de obtener los permisos de aterrizaje de 12 más, por lo que es estratégico disponer de la estación de Barcelona.

El próximo año está previsto la entrada en funcionamiento en Barcelona de la Medusa Submarine Station, una nueva infraestructura de comunicación submarina que será referente en el Mediterráneo.

Un proyecto liderado también por la compañía AFR-IX, que desplegará desde la Barcelona Cable Landing Station, con una inversión de 326 millones de euros, financiada en parte por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) con 163 millones de euros.

Medusa será el cable submarino de fibra óptica más largo del Mediterráneo. Son unos 8.700 kilómetros, conectará nueve países de África y Europa, con puntos de aterrizaje en Portugal, Marruecos, España, Francia, Argelia, Túnez, Italia, Grecia y Egipto. El primer tramo de esta infraestructura será desplegado por la compañía Alcatel Submarine Networks y comenzará a funcionar en 2024 uniendo Barcelona con Lisboa y Marsella. Continúa leyendo el artículo aquí.

NUEVAS EXPERIENCIAS DIGITALES INMERSIVAS (VR/AR) EN EL ENTORNO METROPOLITANO

Carles Grau es ingeniero industrial con una destacada trayectoria profesional en el ámbito de las TIC, y ha ocupado cargos en empresas multinacionales del sector y también ha sido el director general de la Mobil World Capital (MWC). Actualmente es Fundador y CEO de Grau Innovation Consulting. En su artículo presenta las últimas novedades en materia de tecnologías inmersivas, realidad virtual y realidad aumentada.

Desde los años ochenta estamos experimentando con tecnologías inmersivas, realidad virtual y realidad aumentada. Oculus VR en el año 2012 supuso un salto importante y hoy, grandes corporaciones tecnológicas como Meta y Apple, están haciendo aportaciones muy relevantes en esta industria, permitiéndonos disfrutar de casos de uso cada vez de más impacto en el entorno metropolitano.

Hace más de catorce años, trabajando en la dirección de Microsoft, nuestro equipo de visión de futuro diseñó y nos compartió un vídeo muy inspirador que todavía es visible en Youtube: “Microsoft Future Vision Manufacturing”. En el vídeo se puede ver cómo el equipo de diseño de un fabricante de coches trabaja en un nuevo modelo de asiento para un vehículo y cómo comparten en una videoconferencia este nuevo diseño con los ingenieros del proveedor, haciendo que el holograma del asiento en 3D pueda rotar y se pueda ampliar de cara a tomar decisiones conjuntas sobre el diseño y la fabricación.

Ese sueño de futuro hoy es una realidad gracias a la capacidad de ancho de banda que ofrecen las redes 5G y a los nuevos usos de hologramas que impulsan los equipos de innovación en muchas empresas, como la catalana Fluge Audiovisuals, Barcelona | Fluge Audiovisuales.

Hace unos años, fuera de los entornos industriales, experimentamos cómo la realidad aumentada favorecería nuevas experiencias muy enriquecedoras en el mundo de la cultura y el entretenimiento. Este fue el caso del Festival Cruïlla que, gracias al trabajo de Cellnex, Acciona y el equipo de 5GBarcelona, desplegó cámaras 360 de alta resolución en el escenario y dispuso un espacio cercano con gafas de realidad aumentada y comunicaciones 5G para que los fans disfrutaran de la experiencia “mágica” de cantar y bailar en el escenario al lado de sus artistas favoritos, lejos de la platea desde donde siempre vemos los conciertos: 5G Cruïlla | 5g Barcelona, 5G el hub del sur de Europa.

También en el mundo del arte, la cultura y la construcción, estas nuevas experiencias de realidad aumentada nos permiten disfrutar de escenarios como, por ejemplo, la imagen de la Sagrada Familia una vez esté finalizada, que podemos encontrar visible en la web del templo, Visita virtual – Sagrada Família – Sagrada Familia o las experiencias inmersivas que se pueden disfrutar en la Casa Batlló.

En el mundo de la arquitectura y la construcción cada día podemos ver simulaciones de cómo quedará un edificio en un terreno. De esta manera, antes de construir, podemos explorar diferentes opciones de diseño y acabados que facilitarán la venta y el despliegue del proyecto, tal como nos muestra el innovador Marc Vidal en uno de sus recientes posts en LinkedIn https://www.linkedin.com/posts/vidalmarc_ar-arquitectura-construccion-activity-7088412400818806784-Jx1t?utm_source=share&utm_medium=member_desktop

Y allá donde las gafas de realidad aumentada se pueden percibir como un obstáculo, es destacable el impulso que están generando nuevos dispositivos como el de Broomx Technologies – Immersive solutions, la startup catalana que ganó reconocimiento en el evento del 4YFN y que ha diseñado un dispositivo de proyección 360 que genera experiencias inmersivas en salas de todo tipo y con un audio de calidad.

Es interesante el uso que hospitales y centros de salud están haciendo en este entorno: dispositivos y nuevos contenidos para sesiones de “mindfulness”, ejercicios de memoria o sesiones terapéuticas para pacientes en centros como el Instituto Guttmann, el Hospital de Terrassa o la sede de la Cooperativa Suara, pero también para generar formación de impacto para trabajadores, como usa Asepeyo en su unidad de formación en prevención de riesgos laborales.

En el marco de la salud, también es destacable la iniciativa de Serious Games, impulsada por el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña en colaboración con Peninsula Corporate Innovation – Agencia consultora de innovación, donde hospitales como los de Bellvitge o Viladecans experimentan con contenidos en alimentación saludable, actividad física y salud mental para jóvenes y adultos, demostrando que el mundo de los videojuegos es un auténtico motor industrial que va mucho más allá del entretenimiento. Continúa leyendo el artículo aquí.

 

LA EMERGENCIA DIGITAL EN EL ÁREA METROPOLITANA DE BARCELONA

Cristina Colom, experta en humanismo tecnológico, analiza en su artículo los cambios que conllevará la digitalización de la sociedad.

Estamos viviendo una emergencia digital…

La integración de la tecnología en nuestra sociedad es cada vez más evidente y ha cambiado casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana.

Las tecnologías emergentes, la disrupción tecnológica y todo lo que llamamos “digitalización” se están extendiendo a una velocidad vertiginosa; mucho más acelerada de lo que se habría podido calcular y estas tecnologías juegan cada vez más un papel esencial en ámbitos clave como:

  • el acceso a servicios públicos
  • la educación
  • las finanzas
  • la movilidad
  • el ocio
  • la cultura
  • en nuestros hábitos de consumo o de viajar
  • en la manera en que interactuamos o participamos en la sociedad y
  • obviamente también en el mercado laboral, (tanto por lo que hace a elementos clave como la productividad y la competitividad de nuestras empresas, como en la creación de puestos de trabajo y la aparición de nuevos empleos).

Además, los cambios que viviremos los próximos 5 o 10 años asociados a la disrupción tecnológica serán más relevantes que los que hemos vivido como sociedad en el último siglo.

Vivimos en un mundo cada vez más globalizado, que está comenzando a salir de una pandemia global, en un escenario donde estamos poniendo en riesgo la propia sostenibilidad del planeta (en lo que denominamos década del clima y en la que debemos alcanzar los ODS de la Agenda 2030). A este panorama le añadimos problemáticas socioeconómicas muy relevantes como la guerra en tierras europeas, el nivel de inflación actual, el aumento de visibilidad e incorporación en instituciones democráticas de partidos o movimientos muy extremistas, pero también garantizar agua potable, luchar contra enfermedades emergentes, la proliferación de terrorismo en ciertas zonas del mundo pero que también nos afectan, el desarme o el hecho del envejecimiento y el número de refugiados… y en medio de todo este escenario… estamos también en una emergencia digital.

La emergencia digital es una situación generada por una transformación digital asimétrica y acelerada que requiere medidas urgentes para garantizar la equidad y la protección de los derechos humanos ahora más que nunca en todos los entornos, tanto los presenciales como los digitales, así como garantizar la sostenibilidad del planeta. Continúa leyendo el artículo aquí.

‘SMART CITIES’, LA METRÓPOLI 4.0 CON ROSTRO HUMANO

Héctor Santcovsky, sociólogo y politólogo, profundiza en el concepto de ciudad inteligente y establece en su artículo los cuatro desafíos que, en su opinión, enfrenta la ciudad que desea avanzar para convertirse en una «smart city».

Cuando hablamos de ciudades inteligentes, ¿en qué pensamos? ¿Es su capacidad para generar conocimiento, inventiva, ser espabilada, lista o muy astuta? ¿De ser eficiente en la prestación de servicios públicos? ¿O en responder a los grandes desafíos actuales como reducir las desigualdades, crecer de manera inclusiva, descarbonizarse? Nos pasa un poco como con la inteligencia artificial. Son términos creados porque seguramente no contamos con otra acepción, y se refiere al hecho de que, en ciertos ámbitos de la gestión de la ciudad –pues es en este ámbito donde se utiliza esta acepción, ya que, en otros aspectos, no se califica de «inteligente» a una ciudad puntera– como por ejemplo los servicios de limpieza, de movilidad, del espacio público, incluyendo lo productivo de los servicios públicos, se la considera «smart» porque está generando algo que en el contexto del cual proviene resulta disruptivo, innovador, eficiente, o muy novedoso.

Esto quiere decir, en última instancia, que la construcción del concepto de «smart», sabiendo que la ciudad “per se” no piensa, se está definiendo por los dispositivos que hacen más fáciles, cómodos y útiles los servicios que se prestan a sus habitantes con un modelo de gestión de prestaciones innovadoras, modernas, prácticas y sobre todo eficientes. Pero quedarían también otros atributos, menos expresados como ciudad “smart”, que podría hacer referencia al hecho de que sea más solidaria, justa, redistributiva, sostenible, equitativa, inclusiva y verde, y que quizás es uno de los debates actuales de cómo evolucionará la ciudad, hacia un modelo 4.0, y sobre todo con la gente como epicentro de este proceso innovador, y de ahí la idea de una metrópoli con rostro humano.

También quedaría definir cómo se evalúan los criterios que la definen como «smart» una ciudad, y con qué indicadores se podrían valorar. En síntesis, cómo deberá evolucionar un territorio para convertirse en una ciudad/metrópoli con rostro humano, donde todo lo que se evalúa tiene que ver en cómo se incluye la variable “gente” por encima de la idea de “tecnología”.

Recordando que las smart cities surgieron como consecuencia de una serie de ferias que traían las innovaciones más importantes en los servicios a las ciudades: recogida selectiva de residuos, semáforos con sonido para personas invidentes, gestión automatizada de la distribución de servicios de diversos tipos, programas para monitorizar el transporte etc., que IBM impulsó el término para acelerar la “tecnologización” y automatización de muchos servicios basándose en sus productos y que en Barcelona, en el año 2008, en el congreso de Smarts, se reorientó hacia una visión más integral.

Si nos centramos en la eficiencia de la prestación de servicios estamos dando un enorme paso adelante en la gestión de la ciudad, pero la pregunta que surge es la siguiente: ¿estamos respondiendo a los desafíos o, mejor dicho, a los desafíos más significativos que tiene la ciudadanía y la ciudad, en este sentido que Bennet hablaba de la “ville” hoy en día, o simplemente estamos haciendo procesos más eficientes en la gestión de los servicios ya establecidos?

Normalmente, cuando nos referimos a la ciudad inteligente hay muchos ejemplos históricos que podrían ser indicativos de proyectos de aplicación de modelos inteligentes de gestión urbana. Especialmente ahora, cuando estamos ante la crisis del cambio climático o de la sequía no podemos dejar de pensar en el Plan Cerdá o en los acueductos romanos, por poner dos ejemplos concretos. Por tanto, se hace muy necesario definir cuáles son los desafíos que hoy en día tiene la ciudad para intentar trabajar sobre nuevos conceptos que contribuyan a hacerla más Smart y, seguramente, en muchos casos aún no tenemos tecnologías implementables.

Existen cuatro desafíos que deberían introducirse de manera fundamental en relación al destino de la metrópoli siguiendo un modelo de smart cities: la desigualdad, la descarbonización, la vivienda y la innovación, esta última como una mancha extensiva a todos los ámbitos de la vida, y no como un tema de la “industria” o la digitalización. Esto no significa que los otros temas no sean importantes, pero, por ejemplo, la industria 4.0 tiene vida propia y “se espabila”, e innova, pero la pregunta es cómo innovamos socialmente, educativamente, en las relaciones sociales, y sobre todo cómo hacemos que una cultura de la innovación o de la equidad y lucha contra las desigualdades penetre, impregne otros ámbitos más allá de los estrictamente tecnológicos. En este sentido, la industria 4.0 podría aportar muchos aspectos a un modelo de ciudad inteligente, ayudando a incorporar en temas como las IoT, o la IA elementos importantes para la gestión de la ciudad. Pero quizás lo más importante e interesante es la inclusión de la visión del 4.0 como un vector tecnológico de innovación que debe penetrar en muchos órdenes de la ciudad y no limitarse a los temas productivos. Sigue leyendo el artículo aquí.

 

LA APUESTA POR LAS INFRAESTRUCTURAS TECNOLÓGICAS

Josep Grau, consultor de estrategia y tecnología, aborda en su artículo las estructuras tecnológicas de Barcelona y su desarrollo.

En este espacio siempre hemos defendido el valor estratégico que tienen las infraestructuras tecnológicas para Barcelona. Las infraestructuras de telecomunicaciones se consideran infraestructuras críticas para el desarrollo de la metrópoli.

El 98% del tráfico internacional de Internet circula a través de infraestructuras de cables submarinos de fibra óptica. Las conexiones dependen de miles de kilómetros de cables que, a profundidades de unos 5.000 metros, cruzan los mares y océanos del Planeta.

En el mundo existen unos 400 cables submarinos. Es un sector en el que las infraestructuras de telecomunicaciones están creciendo mucho. Los nuevos despliegues están liderados por las grandes empresas tecnológicas mundiales, que incrementan su capacidad de transmisión y reducen la latencia del tráfico.

El sur de Europa dispone de 45 cables submarinos, 10 conectan con España y 9 a Portugal, y en proceso de despliegue hay 6 más. La situación geoestratégica de la península hace que seamos un nodo estratégico de conexión entre Europa, África y América que permite aumentar su relevancia en la economía digital global.

La posición geoestratégica que Barcelona en el Mediterráneo le permite convertirse en un centro neurálgico para ser un importante punto de interconexión de cables submarinos en Europa. Barcelona Cable Landing Station (BCLS), liderado por la empresa catalana AFR-IX Telecom, está construyendo en Sant Adrià de Besòs la mayor infraestructura de cable submarino del Mediterráneo, una estación de aterrizaje de alta capacidad en Barcelona.

Esta infraestructura será la primera estación internacional de aterrizaje de cables submarinos construida en Cataluña, la instalación operará como gestor independiente en régimen de alquiler. El modelo neutral, que explotará AFR-IX, es un modelo innovador de acceso abierto, que facilita la libre competencia entre los grandes operadores.

Barcelona CLS es la mejor alternativa frente a otras alternativas, como la que quiere ofrecer la nueva estación en la ciudad de Génova. La de Barcelona nos permitirá descongestionar el tráfico que pasa por Marsella. La infraestructura francesa da servicios a 10 cables submarinos y en proceso de obtener los permisos de aterrizaje de 12 más, por lo que es estratégico disponer de la estación de Barcelona.

El próximo año está previsto la entrada en funcionamiento en Barcelona de la Medusa Submarine Station, una nueva infraestructura de comunicación submarina que será referente en el Mediterráneo.

Un proyecto liderado también por la compañía AFR-IX, que desplegará desde la Barcelona Cable Landing Station, con una inversión de 326 millones de euros, financiada en parte por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) con 163 millones de euros.

Medusa será el cable submarino de fibra óptica más largo del Mediterráneo. Son unos 8.700 kilómetros, conectará nueve países de África y Europa, con puntos de aterrizaje en Portugal, Marruecos, España, Francia, Argelia, Túnez, Italia, Grecia y Egipto. El primer tramo de esta infraestructura será desplegado por la compañía Alcatel Submarine Networks y comenzará a funcionar en 2024 uniendo Barcelona con Lisboa y Marsella. Continúa leyendo el artículo aquí.

NUEVAS EXPERIENCIAS DIGITALES INMERSIVAS (VR/AR) EN EL ENTORNO METROPOLITANO

Carles Grau es ingeniero industrial con una destacada trayectoria profesional en el ámbito de las TIC, y ha ocupado cargos en empresas multinacionales del sector y también ha sido el director general de la Mobil World Capital (MWC). Actualmente es Fundador y CEO de Grau Innovation Consulting. En su artículo presenta las últimas novedades en materia de tecnologías inmersivas, realidad virtual y realidad aumentada.

Desde los años ochenta estamos experimentando con tecnologías inmersivas, realidad virtual y realidad aumentada. Oculus VR en el año 2012 supuso un salto importante y hoy, grandes corporaciones tecnológicas como Meta y Apple, están haciendo aportaciones muy relevantes en esta industria, permitiéndonos disfrutar de casos de uso cada vez de más impacto en el entorno metropolitano.

Hace más de catorce años, trabajando en la dirección de Microsoft, nuestro equipo de visión de futuro diseñó y nos compartió un vídeo muy inspirador que todavía es visible en Youtube: “Microsoft Future Vision Manufacturing”. En el vídeo se puede ver cómo el equipo de diseño de un fabricante de coches trabaja en un nuevo modelo de asiento para un vehículo y cómo comparten en una videoconferencia este nuevo diseño con los ingenieros del proveedor, haciendo que el holograma del asiento en 3D pueda rotar y se pueda ampliar de cara a tomar decisiones conjuntas sobre el diseño y la fabricación.

Ese sueño de futuro hoy es una realidad gracias a la capacidad de ancho de banda que ofrecen las redes 5G y a los nuevos usos de hologramas que impulsan los equipos de innovación en muchas empresas, como la catalana Fluge Audiovisuals, Barcelona | Fluge Audiovisuales.

Hace unos años, fuera de los entornos industriales, experimentamos cómo la realidad aumentada favorecería nuevas experiencias muy enriquecedoras en el mundo de la cultura y el entretenimiento. Este fue el caso del Festival Cruïlla que, gracias al trabajo de Cellnex, Acciona y el equipo de 5GBarcelona, desplegó cámaras 360 de alta resolución en el escenario y dispuso un espacio cercano con gafas de realidad aumentada y comunicaciones 5G para que los fans disfrutaran de la experiencia “mágica” de cantar y bailar en el escenario al lado de sus artistas favoritos, lejos de la platea desde donde siempre vemos los conciertos: 5G Cruïlla | 5g Barcelona, 5G el hub del sur de Europa.

También en el mundo del arte, la cultura y la construcción, estas nuevas experiencias de realidad aumentada nos permiten disfrutar de escenarios como, por ejemplo, la imagen de la Sagrada Familia una vez esté finalizada, que podemos encontrar visible en la web del templo, Visita virtual – Sagrada Família – Sagrada Familia o las experiencias inmersivas que se pueden disfrutar en la Casa Batlló.

En el mundo de la arquitectura y la construcción cada día podemos ver simulaciones de cómo quedará un edificio en un terreno. De esta manera, antes de construir, podemos explorar diferentes opciones de diseño y acabados que facilitarán la venta y el despliegue del proyecto, tal como nos muestra el innovador Marc Vidal en uno de sus recientes posts en LinkedIn https://www.linkedin.com/posts/vidalmarc_ar-arquitectura-construccion-activity-7088412400818806784-Jx1t?utm_source=share&utm_medium=member_desktop

Y allá donde las gafas de realidad aumentada se pueden percibir como un obstáculo, es destacable el impulso que están generando nuevos dispositivos como el de Broomx Technologies – Immersive solutions, la startup catalana que ganó reconocimiento en el evento del 4YFN y que ha diseñado un dispositivo de proyección 360 que genera experiencias inmersivas en salas de todo tipo y con un audio de calidad.

Es interesante el uso que hospitales y centros de salud están haciendo en este entorno: dispositivos y nuevos contenidos para sesiones de “mindfulness”, ejercicios de memoria o sesiones terapéuticas para pacientes en centros como el Instituto Guttmann, el Hospital de Terrassa o la sede de la Cooperativa Suara, pero también para generar formación de impacto para trabajadores, como usa Asepeyo en su unidad de formación en prevención de riesgos laborales.

En el marco de la salud, también es destacable la iniciativa de Serious Games, impulsada por el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña en colaboración con Peninsula Corporate Innovation – Agencia consultora de innovación, donde hospitales como los de Bellvitge o Viladecans experimentan con contenidos en alimentación saludable, actividad física y salud mental para jóvenes y adultos, demostrando que el mundo de los videojuegos es un auténtico motor industrial que va mucho más allá del entretenimiento. Continúa leyendo el artículo aquí.

 

LA EMERGENCIA DIGITAL EN EL ÁREA METROPOLITANA DE BARCELONA

Cristina Colom, experta en humanismo tecnológico, analiza en su artículo los cambios que conllevará la digitalización de la sociedad.

Estamos viviendo una emergencia digital…

La integración de la tecnología en nuestra sociedad es cada vez más evidente y ha cambiado casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana.

Las tecnologías emergentes, la disrupción tecnológica y todo lo que llamamos “digitalización” se están extendiendo a una velocidad vertiginosa; mucho más acelerada de lo que se habría podido calcular y estas tecnologías juegan cada vez más un papel esencial en ámbitos clave como:

  • el acceso a servicios públicos
  • la educación
  • las finanzas
  • la movilidad
  • el ocio
  • la cultura
  • en nuestros hábitos de consumo o de viajar
  • en la manera en que interactuamos o participamos en la sociedad y
  • obviamente también en el mercado laboral, (tanto por lo que hace a elementos clave como la productividad y la competitividad de nuestras empresas, como en la creación de puestos de trabajo y la aparición de nuevos empleos).

Además, los cambios que viviremos los próximos 5 o 10 años asociados a la disrupción tecnológica serán más relevantes que los que hemos vivido como sociedad en el último siglo.

Vivimos en un mundo cada vez más globalizado, que está comenzando a salir de una pandemia global, en un escenario donde estamos poniendo en riesgo la propia sostenibilidad del planeta (en lo que denominamos década del clima y en la que debemos alcanzar los ODS de la Agenda 2030). A este panorama le añadimos problemáticas socioeconómicas muy relevantes como la guerra en tierras europeas, el nivel de inflación actual, el aumento de visibilidad e incorporación en instituciones democráticas de partidos o movimientos muy extremistas, pero también garantizar agua potable, luchar contra enfermedades emergentes, la proliferación de terrorismo en ciertas zonas del mundo pero que también nos afectan, el desarme o el hecho del envejecimiento y el número de refugiados… y en medio de todo este escenario… estamos también en una emergencia digital.

La emergencia digital es una situación generada por una transformación digital asimétrica y acelerada que requiere medidas urgentes para garantizar la equidad y la protección de los derechos humanos ahora más que nunca en todos los entornos, tanto los presenciales como los digitales, así como garantizar la sostenibilidad del planeta. Continúa leyendo el artículo aquí.

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