Resum de tres ponències destacades de Fer Ciutat

Josep Acebillo, ex-arquitecte en cap de l’Ajuntament de Barcelona, presenta el concepte de Regió Urbana Glocal. Salvador Rueda, director de la Fundació Ecologia Urbana i territorial, planteja els nous desafiaments que aborda la humanitat i el paper que poden jugar les ciutats per superar-los, i finalment Jaume Collboni analitza les necessitats de la Regió Metropolitana de Barcelona, una de les regions amb més potencial d’Europa, capaç de liderar econòmicament, científicament i culturalment el Sud d’Europa i el conjunt del Mediterrani

 

BARCELONA, REGIÓ URBANA I GLOCAL

Josep Acebillo, ex arquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona, presenta el concepto de Región Urbana Glocal

En la crisis sistémica actual, que tiende hacia la urbanización planetaria y hacia la necesaria revisión del impacto de la Globalización sobre el territorio, urbano, rural y natural, el despliegue del concepto Región Urbana Glocal tendrá un gran protagonismo geopolítico global, contradiciendo su distanciamiento tradicional derivado de la gran diferencia escalar, un hecho que se confirmará cuando comprobamos el impacto geopolítico del territorio del New Arctic en un contexto territorial post-Cambio Climático.  Por otro lado, en nuestro actual contexto político, deberíamos constatar que el despliegue de Barcelona, Región Urbana Glocal es compatible y necesario para una mayor eficiencia territorial con cualquier tipo de hipótesis política que formulemos, sea continuista, reformista o rupturista.

el actual concepto de Área Metropolitana ha quedado obsoleto porque, básicamente, actuaba en aquellas periferias urbanas creadas cuando la industrialización, al no tener cabida en la ciudad madura, se trasladó a las periferias y, después de desarrollarse industrialmente, necesitaron una atención especial para corregir sus déficits y poder asumir una plena urbanidad. La Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana de Barcelona es un buen ejemplo de esta reurbanización, encaminada a conseguir un tránsito cualitativo entre Barcelona y su periferia, formada por municipios que, en su día, absorbieron las actividades industriales. Pero hoy, en el Área de Barcelona, esta necesidad de reurbanización calificada, siendo una estrategia necesaria, ya no es suficiente, porque, en muchos casos (no en todos), las antiguas periferias ya han adquirido plena urbanidad, siendo preciso reconceptualizarse inicialmente, definiendo su ámbito de forma conveniente.

(Tanto en el Baix Llobregat como en el Barcelonès, actualmente, existen barrios con un nivel de calidad urbana igual o mayor que en Barcelona y, esto, es extraordinariamente positivo para sus municipios, por Barcelona ciudad y como germen de una nueva visión neo-metropolitana).

Ahora, cuando en el área de Barcelona, como en el resto del mundo, el sector terciario y neo-terciario supera ampliamente al secundario industrial, se pone en evidencia la necesidad de una nueva estrategia territorial que desborde los límites de las antiguas periferias industriales. Un cambio de escala que se identifique con la escala regional, pero que sería estratégicamente insuficiente si no va acompañado de una nueva visión geopolítica que afecte a la gobernanza, aunque en un marco de reconceptualización de la Región Urbana Glocal, entendida como una entidad que bascula entre lo global y lo local, capaz de resolver aquellos problemas de la globalización que el Estado-Nación es incapaz de afrontar.

El concepto de Región Urbana Glocal, en un nuevo contexto neo-metropolitano, necesita un nuevo marco geográfico regional que debe ser concebido interdisciplinariamente desde tres perspectivas: la ecológica, la socioeconómica y la urbanística:
Un nuevo modelo territorial necesita una visión ecológica que promueva holísticamente una mayor interacción entre la ciudad y su entorno natural, incluido el territorio rural, como concepto clave. El nuevo modelo ecológico entiende “cualquier territorio” como un sistema abierto y complejo, formado como mosaico territorial de carácter universal (Amazonia o Sáhara) conformado de acuerdo con la matriz, Patch-corridor-Matrix, de modo que, si modificamos los criterios de urbanización y los sistemas construidos o no construidos, se alterará la estructura del territorio.
Desde la perspectiva socioeconómica, la nueva economía regional debe entenderse como un sistema formado por un stock de activos relacionales y convenciones que es fruto de la interacción de tres vectores: las tecnologías, impulsoras de la economía mediante la innovación; las organizaciones, como empresas actoras que deciden el grado de internalización o externalización del sistema productivo y, por tanto, su estructura; y el territorio como contexto espacial que habilita las transacciones socioeconómicas en función de su escala territorial, ahora regional. Además, la nueva economía regional puede facilitar una presencia transnacional activa que propicie un inter-regionalismo socioeconómico que tiña la globalización de un nuevo efecto glocal que da mayor protagonismo al local. Desde la perspectiva urbanística, la Ciudad-Región debe entenderse como la sustantivación territorial producida por la hibridación de los sistemas construidos (ciudades y sistemas urbanos) con los ecosistemas no construidos (territorio natural y rural), regidos geo-morfológicamente por el Modelo Archipiélago.
Así, el modelo Glocal Urban-Region debe entenderse como una constelación urbana regional conformada por “un sistema policéntrico, diferenciado y jerarquizado de subsistemas edificados generadores de una nueva geografía de centralidades”, inmersas en un “territorio intermedio ” renovado, natural o agrícola que constituye una pieza esencial para garantizar la calidad de todo el sistema regional, al igual que la calidad del mar es esencial para las islas que conforman el archipiélago.

Lee el artículo entero clicando aquí.

 

BARCELONA A LA BÚSQUEDA DE UN NUEVO MODELO URBANO: EL MODELO DE SUPERMANZANAS SE ESCRIBE EN PLURAL

Salvador Rueda,  director de la Fundación Ecología Urbana y Territorial, plantea los nuevos desafíos que aborda la humanidad y el papel que pueden jugar las ciudades para superarlos. También analiza el modelo plural de las Supermanzanas y su impacto en el estilo de vida de la población de Barcelona

Barcelona se encuentra en plena búsqueda de su modelo urbano. Según el modelo que se escoja deberá sentar las bases para una reducción significativa de su impacto. Por otra parte, las soluciones que vengan con el modelo urbanístico tendrán que estar en consonancia con las estrategias de carácter económico que ayuden a incrementar la capacidad de anticipación y que contribuyan a reducir, a su vez, las actuales incertidumbres.

El análisis comparado que hemos llevado a cabo pone en evidencia que el modelo de supermanzanas es el que, potencialmente, mejor resuelve los desafíos y problemas a los que se enfrenta la ciudad desde el punto de vista de la movilidad, el espacio público y el urbanismo. Es el instrumento básico para la regeneración de la ciudad; y es un instrumento que aborda, a su vez, el reto principal que en el momento actual tienen planteado las ciudades: la sostenibilidad (ambiental, social y económica) en la era de la información y el conocimiento. En resumen, la distancia entre el modelo de supermanzanas y los otros dos modelos es, a nuestro juicio, máxima. Sobre todo porque ninguno de los dos modelos utilizados para la comparación considera, por sí y desde una concepción integral, los retos planteados. En consecuencia, ambos han de acabar recurriendo a la planificación sectorial que tiene, como es sabido, un abordaje parcial de cada realidad específica (entrando en contradicción en tantas ocasiones) sin un modelo que los integre. Esta es la razón principal para afirmar que el modelo de supermanzanas no admite comparación con el modelo de Ejes verdes y el modelo congestivo.

El modelo de supermanzanas además de dar respuesta a los desafíos globales regenera la ciudad proporcionando un escenario de calidad urbana y de vida difícilmente superables. Los beneficios que el modelo proporciona deben extenderse no sólo a los distritos periféricos de Barcelona sino extenderlos al conjunto de municipios metropolitanos extendiendo similar calidad urbana a la totalidad del área urbana.

Por ejemplo, con la liberación de espacio público que supone la implantación de las supermanzanas en los municipios de la AMB, no es difícil imaginar la facilidad de penetración del verde periférico de cada uno de los municipios, creando una red verde potencial que aparece en los tejidos urbanos por substitución de los usos hoy dedicados a la movilidad.

Con la implantación del modelo de supermanzanas la ciudad de Barcelona:

  • –  Sería el proyecto de RECICLAJE URBANO más importante del mundo, barato y sin demoler ni un edificio
  • –  Sería una ciudad SALUDABLE con una HABITABILIDAD ÚNICA.
  • –  Sería una ciudad BELLA de una elevada CALIDAD URBANA.
    • –  Sería una ciudad VERDE con un incremento significativo de la BIODIVERSIDAD
    • –  Sería una ciudad PRÓXIMA, con los servicios y los equipamientos básicos a menos de 10 MINUTOS A PIE
    • –  Sería una ciudad más SOSTENIBLE y RESILIENTE que MITIGA y se ADAPTA AL CAMBIO CLIMÁTICO.
    • –  Sería una ciudad IGUALITARIA E INCLUSIVA, TODOS LOS BARRIOS TIENEN UNA CALIDAD SIMILAR donde nadie queda excluido. Igual que la nueva RED ORTOGONAL DE AUTOBUSES.
    • –  Sería una ciudad INTELIGENTE, INNOVADORA Y COMPETITIVA que multiplica el número y la diversidad de persona jurídicas, sobre todo densas en conocimiento.

Barcelona, con la implantación del modelo urbano basado en supermanzanas, se postula como la ciudad más atractiva, más innovadora, más sostenible y resiliente. Barcelona puede exportar y compartir su modelo. La relación de la ciudad con el resto de ciudades del mundo da pie para que el conjunto de entidades y organizaciones especializadas en las relaciones externas: la Fira, el Patronato de Turismo, etc. así como el tejido económico y el clúster de diseño e innovación, proyecten la ciudad como un ecosistema que ha redefinido los equilibrios urbanos relacionados con la salud, la movilidad, la equidad, etc. y ha sabido compaginar la mejora de la vida urbana con la consideración de los grandes retos globales de la sostenibilidad en la era de la información y el conocimiento. Barcelona puede ser, de nuevo, el faro que alumbre el camino a seguir.

Lee la ponencia entera aquí.

LES INFRAESTRUCTURES METROPOLITANES, EL CREIXEMENT ECONÒMIC I LA INCLUSIÓ SOCIAL

Jaume Collboni analiza las necesidades de la Región Metropolitana de Barcelona, una de las regiones con más potencial de Europa, capaz de liderar económica, científica y culturalmente el Sur de Europa y el conjunto del Mediterráneo.

Los retos que viven las ciudades, y que vive la Región Barcelonesa en particular tienen permanentemente asociados infraestructuras que pueden ser un elemento clave para su superación. Así pues, resolver los déficits en relación a las infraestructuras debe permitir garantizar una sociedad más justa y una economía más fuerte. Y para identificar las infraestructuras necesarias para superar los retos, hay que recordar cuáles son estos: el cambio climático, la transición energética, la transición digital, la competitividad urbana y la recuperación económica. Con el fin de superar estos retos, se identifican infraestructuras claves como son las infraestructuras ligadas a la movilidad, la energía, las telecomunicaciones, el medio ambiente y las infraestructuras productivas.

  1. Las infraestructuras de movilidad.
  2. Las infraestructuras energéticas.
  3. Las infraestructuras de telecomunicaciones.
  4. Las infraestructuras productivas.

Es necesario un liderazgo compartido, inclusivo, donde se debata y participen el conjunto de actores relevantes de la región metropolitana, estamos hablando de la necesidad de un pacto para ponernos de acuerdo con un objetivo muy claro: superar los retos que tenemos como sociedad con soluciones que garanticen un futuro mejor para el conjunto de la sociedad. Es necesario un pacto como solución final, como objeto permanente. Nos hace falta un Pacto para las infraestructuras metropolitanas, un pacto con una gobernanza clara, y donde el Alcalde de Barcelona, por dimensión, peso, y volumen de lo que representa la ciudad, debe liderar. Un liderazgo inclusivo, conciliador, y compartido, pero alguien tiene que hacer el esfuerzo de empezar a tirar del carro, de ir a buscar a otros actores, y moralmente, el Alcalde de Barcelona tiene que sentirse obligado a jugar ese rol.
Hay que cambiar esta tendencia, y por eso nos hace falta un espacio estable de debate, reflexión y decisión de temas cruciales para el conjunto de la sociedad que vive, trabaja y estudia en la Región Metropolitana de Barcelona.

Esta Ágora permanente, debe ser el espacio de funcionamiento del Pacto, con presencia de alcaldes, de representantes de las asociaciones empresariales y de los sindicatos de clase, de las entidades representativas de la sociedad civil y del tejido académico e investigador. Debe tener también una capacidad ejecutiva, no quedarse en debates bizantinos, y para ello es necesario que se comprometa a tomar decisiones y a ejecutarlas.
Concretamente, para hacer frente a los retos previamente mencionados, a través de las infraestructuras señaladas, a través de actuaciones concretas, que ejecute, que tome decisiones, nos hace falta un Pacto que cumpla los siguientes puntos:

1. Un horizonte compartido de cuál es el futuro de la región
2. Una visión de las políticas a escala de esta región metropolitana
3. Una coordinación clara de las políticas públicas a desarrollar
4. Una armonización de las ordenanzas municipales que regulan las actividades
5. Un acuerdo respecto al futuro de las infraestructuras estratégicas

Los tiempos de inacción se tienen que acabar, tenemos que trabajar por una Región Metropolitana de Barcelona con una visión clara: próspera, a partir de un modelo económico basado en el conocimiento y la sostenibilidad, y con unas infraestructuras que impulsan este nuevo modelo económico y que garantizan un equilibrio social y social. territorial.
Este futuro es posible, tenemos los activos para hacerlo, tenemos los recursos para hacerlo, sólo nos hace falta la voluntad para hacerlo, pues hagámoslo, alcémonos y juntos, el conjunto de la Región Metropolitana, trabajemos para hacer un presente mejor y un futuro más sostenible.

Para ver la conferencia entera clica aquí.

 

 

 

 

BARCELONA, REGIÓ URBANA I GLOCAL

Josep Acebillo, ex arquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona, presenta el concepto de Región Urbana Glocal

En la crisis sistémica actual, que tiende hacia la urbanización planetaria y hacia la necesaria revisión del impacto de la Globalización sobre el territorio, urbano, rural y natural, el despliegue del concepto Región Urbana Glocal tendrá un gran protagonismo geopolítico global, contradiciendo su distanciamiento tradicional derivado de la gran diferencia escalar, un hecho que se confirmará cuando comprobamos el impacto geopolítico del territorio del New Arctic en un contexto territorial post-Cambio Climático.  Por otro lado, en nuestro actual contexto político, deberíamos constatar que el despliegue de Barcelona, Región Urbana Glocal es compatible y necesario para una mayor eficiencia territorial con cualquier tipo de hipótesis política que formulemos, sea continuista, reformista o rupturista.

el actual concepto de Área Metropolitana ha quedado obsoleto porque, básicamente, actuaba en aquellas periferias urbanas creadas cuando la industrialización, al no tener cabida en la ciudad madura, se trasladó a las periferias y, después de desarrollarse industrialmente, necesitaron una atención especial para corregir sus déficits y poder asumir una plena urbanidad. La Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana de Barcelona es un buen ejemplo de esta reurbanización, encaminada a conseguir un tránsito cualitativo entre Barcelona y su periferia, formada por municipios que, en su día, absorbieron las actividades industriales. Pero hoy, en el Área de Barcelona, esta necesidad de reurbanización calificada, siendo una estrategia necesaria, ya no es suficiente, porque, en muchos casos (no en todos), las antiguas periferias ya han adquirido plena urbanidad, siendo preciso reconceptualizarse inicialmente, definiendo su ámbito de forma conveniente.

(Tanto en el Baix Llobregat como en el Barcelonès, actualmente, existen barrios con un nivel de calidad urbana igual o mayor que en Barcelona y, esto, es extraordinariamente positivo para sus municipios, por Barcelona ciudad y como germen de una nueva visión neo-metropolitana).

Ahora, cuando en el área de Barcelona, como en el resto del mundo, el sector terciario y neo-terciario supera ampliamente al secundario industrial, se pone en evidencia la necesidad de una nueva estrategia territorial que desborde los límites de las antiguas periferias industriales. Un cambio de escala que se identifique con la escala regional, pero que sería estratégicamente insuficiente si no va acompañado de una nueva visión geopolítica que afecte a la gobernanza, aunque en un marco de reconceptualización de la Región Urbana Glocal, entendida como una entidad que bascula entre lo global y lo local, capaz de resolver aquellos problemas de la globalización que el Estado-Nación es incapaz de afrontar.

El concepto de Región Urbana Glocal, en un nuevo contexto neo-metropolitano, necesita un nuevo marco geográfico regional que debe ser concebido interdisciplinariamente desde tres perspectivas: la ecológica, la socioeconómica y la urbanística:
Un nuevo modelo territorial necesita una visión ecológica que promueva holísticamente una mayor interacción entre la ciudad y su entorno natural, incluido el territorio rural, como concepto clave. El nuevo modelo ecológico entiende “cualquier territorio” como un sistema abierto y complejo, formado como mosaico territorial de carácter universal (Amazonia o Sáhara) conformado de acuerdo con la matriz, Patch-corridor-Matrix, de modo que, si modificamos los criterios de urbanización y los sistemas construidos o no construidos, se alterará la estructura del territorio.
Desde la perspectiva socioeconómica, la nueva economía regional debe entenderse como un sistema formado por un stock de activos relacionales y convenciones que es fruto de la interacción de tres vectores: las tecnologías, impulsoras de la economía mediante la innovación; las organizaciones, como empresas actoras que deciden el grado de internalización o externalización del sistema productivo y, por tanto, su estructura; y el territorio como contexto espacial que habilita las transacciones socioeconómicas en función de su escala territorial, ahora regional. Además, la nueva economía regional puede facilitar una presencia transnacional activa que propicie un inter-regionalismo socioeconómico que tiña la globalización de un nuevo efecto glocal que da mayor protagonismo al local. Desde la perspectiva urbanística, la Ciudad-Región debe entenderse como la sustantivación territorial producida por la hibridación de los sistemas construidos (ciudades y sistemas urbanos) con los ecosistemas no construidos (territorio natural y rural), regidos geo-morfológicamente por el Modelo Archipiélago.
Así, el modelo Glocal Urban-Region debe entenderse como una constelación urbana regional conformada por “un sistema policéntrico, diferenciado y jerarquizado de subsistemas edificados generadores de una nueva geografía de centralidades”, inmersas en un “territorio intermedio ” renovado, natural o agrícola que constituye una pieza esencial para garantizar la calidad de todo el sistema regional, al igual que la calidad del mar es esencial para las islas que conforman el archipiélago.

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BARCELONA A LA BÚSQUEDA DE UN NUEVO MODELO URBANO: EL MODELO DE SUPERMANZANAS SE ESCRIBE EN PLURAL

Salvador Rueda,  director de la Fundación Ecología Urbana y Territorial, plantea los nuevos desafíos que aborda la humanidad y el papel que pueden jugar las ciudades para superarlos. También analiza el modelo plural de las Supermanzanas y su impacto en el estilo de vida de la población de Barcelona

Barcelona se encuentra en plena búsqueda de su modelo urbano. Según el modelo que se escoja deberá sentar las bases para una reducción significativa de su impacto. Por otra parte, las soluciones que vengan con el modelo urbanístico tendrán que estar en consonancia con las estrategias de carácter económico que ayuden a incrementar la capacidad de anticipación y que contribuyan a reducir, a su vez, las actuales incertidumbres.

El análisis comparado que hemos llevado a cabo pone en evidencia que el modelo de supermanzanas es el que, potencialmente, mejor resuelve los desafíos y problemas a los que se enfrenta la ciudad desde el punto de vista de la movilidad, el espacio público y el urbanismo. Es el instrumento básico para la regeneración de la ciudad; y es un instrumento que aborda, a su vez, el reto principal que en el momento actual tienen planteado las ciudades: la sostenibilidad (ambiental, social y económica) en la era de la información y el conocimiento. En resumen, la distancia entre el modelo de supermanzanas y los otros dos modelos es, a nuestro juicio, máxima. Sobre todo porque ninguno de los dos modelos utilizados para la comparación considera, por sí y desde una concepción integral, los retos planteados. En consecuencia, ambos han de acabar recurriendo a la planificación sectorial que tiene, como es sabido, un abordaje parcial de cada realidad específica (entrando en contradicción en tantas ocasiones) sin un modelo que los integre. Esta es la razón principal para afirmar que el modelo de supermanzanas no admite comparación con el modelo de Ejes verdes y el modelo congestivo.

El modelo de supermanzanas además de dar respuesta a los desafíos globales regenera la ciudad proporcionando un escenario de calidad urbana y de vida difícilmente superables. Los beneficios que el modelo proporciona deben extenderse no sólo a los distritos periféricos de Barcelona sino extenderlos al conjunto de municipios metropolitanos extendiendo similar calidad urbana a la totalidad del área urbana.

Por ejemplo, con la liberación de espacio público que supone la implantación de las supermanzanas en los municipios de la AMB, no es difícil imaginar la facilidad de penetración del verde periférico de cada uno de los municipios, creando una red verde potencial que aparece en los tejidos urbanos por substitución de los usos hoy dedicados a la movilidad.

Con la implantación del modelo de supermanzanas la ciudad de Barcelona:

  • –  Sería el proyecto de RECICLAJE URBANO más importante del mundo, barato y sin demoler ni un edificio
  • –  Sería una ciudad SALUDABLE con una HABITABILIDAD ÚNICA.
  • –  Sería una ciudad BELLA de una elevada CALIDAD URBANA.
    • –  Sería una ciudad VERDE con un incremento significativo de la BIODIVERSIDAD
    • –  Sería una ciudad PRÓXIMA, con los servicios y los equipamientos básicos a menos de 10 MINUTOS A PIE
    • –  Sería una ciudad más SOSTENIBLE y RESILIENTE que MITIGA y se ADAPTA AL CAMBIO CLIMÁTICO.
    • –  Sería una ciudad IGUALITARIA E INCLUSIVA, TODOS LOS BARRIOS TIENEN UNA CALIDAD SIMILAR donde nadie queda excluido. Igual que la nueva RED ORTOGONAL DE AUTOBUSES.
    • –  Sería una ciudad INTELIGENTE, INNOVADORA Y COMPETITIVA que multiplica el número y la diversidad de persona jurídicas, sobre todo densas en conocimiento.

Barcelona, con la implantación del modelo urbano basado en supermanzanas, se postula como la ciudad más atractiva, más innovadora, más sostenible y resiliente. Barcelona puede exportar y compartir su modelo. La relación de la ciudad con el resto de ciudades del mundo da pie para que el conjunto de entidades y organizaciones especializadas en las relaciones externas: la Fira, el Patronato de Turismo, etc. así como el tejido económico y el clúster de diseño e innovación, proyecten la ciudad como un ecosistema que ha redefinido los equilibrios urbanos relacionados con la salud, la movilidad, la equidad, etc. y ha sabido compaginar la mejora de la vida urbana con la consideración de los grandes retos globales de la sostenibilidad en la era de la información y el conocimiento. Barcelona puede ser, de nuevo, el faro que alumbre el camino a seguir.

Lee la ponencia entera aquí.

LES INFRAESTRUCTURES METROPOLITANES, EL CREIXEMENT ECONÒMIC I LA INCLUSIÓ SOCIAL

Jaume Collboni analiza las necesidades de la Región Metropolitana de Barcelona, una de las regiones con más potencial de Europa, capaz de liderar económica, científica y culturalmente el Sur de Europa y el conjunto del Mediterráneo.

Los retos que viven las ciudades, y que vive la Región Barcelonesa en particular tienen permanentemente asociados infraestructuras que pueden ser un elemento clave para su superación. Así pues, resolver los déficits en relación a las infraestructuras debe permitir garantizar una sociedad más justa y una economía más fuerte. Y para identificar las infraestructuras necesarias para superar los retos, hay que recordar cuáles son estos: el cambio climático, la transición energética, la transición digital, la competitividad urbana y la recuperación económica. Con el fin de superar estos retos, se identifican infraestructuras claves como son las infraestructuras ligadas a la movilidad, la energía, las telecomunicaciones, el medio ambiente y las infraestructuras productivas.

  1. Las infraestructuras de movilidad.
  2. Las infraestructuras energéticas.
  3. Las infraestructuras de telecomunicaciones.
  4. Las infraestructuras productivas.

Es necesario un liderazgo compartido, inclusivo, donde se debata y participen el conjunto de actores relevantes de la región metropolitana, estamos hablando de la necesidad de un pacto para ponernos de acuerdo con un objetivo muy claro: superar los retos que tenemos como sociedad con soluciones que garanticen un futuro mejor para el conjunto de la sociedad. Es necesario un pacto como solución final, como objeto permanente. Nos hace falta un Pacto para las infraestructuras metropolitanas, un pacto con una gobernanza clara, y donde el Alcalde de Barcelona, por dimensión, peso, y volumen de lo que representa la ciudad, debe liderar. Un liderazgo inclusivo, conciliador, y compartido, pero alguien tiene que hacer el esfuerzo de empezar a tirar del carro, de ir a buscar a otros actores, y moralmente, el Alcalde de Barcelona tiene que sentirse obligado a jugar ese rol.
Hay que cambiar esta tendencia, y por eso nos hace falta un espacio estable de debate, reflexión y decisión de temas cruciales para el conjunto de la sociedad que vive, trabaja y estudia en la Región Metropolitana de Barcelona.

Esta Ágora permanente, debe ser el espacio de funcionamiento del Pacto, con presencia de alcaldes, de representantes de las asociaciones empresariales y de los sindicatos de clase, de las entidades representativas de la sociedad civil y del tejido académico e investigador. Debe tener también una capacidad ejecutiva, no quedarse en debates bizantinos, y para ello es necesario que se comprometa a tomar decisiones y a ejecutarlas.
Concretamente, para hacer frente a los retos previamente mencionados, a través de las infraestructuras señaladas, a través de actuaciones concretas, que ejecute, que tome decisiones, nos hace falta un Pacto que cumpla los siguientes puntos:

1. Un horizonte compartido de cuál es el futuro de la región
2. Una visión de las políticas a escala de esta región metropolitana
3. Una coordinación clara de las políticas públicas a desarrollar
4. Una armonización de las ordenanzas municipales que regulan las actividades
5. Un acuerdo respecto al futuro de las infraestructuras estratégicas

Los tiempos de inacción se tienen que acabar, tenemos que trabajar por una Región Metropolitana de Barcelona con una visión clara: próspera, a partir de un modelo económico basado en el conocimiento y la sostenibilidad, y con unas infraestructuras que impulsan este nuevo modelo económico y que garantizan un equilibrio social y social. territorial.
Este futuro es posible, tenemos los activos para hacerlo, tenemos los recursos para hacerlo, sólo nos hace falta la voluntad para hacerlo, pues hagámoslo, alcémonos y juntos, el conjunto de la Región Metropolitana, trabajemos para hacer un presente mejor y un futuro más sostenible.

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