L’HOSPITALET, GRANOLLERS Y SANT ADRIÀ CON LA CULTURA

RethinkBCN continúa esta semana publicando la serie del periodista Rafael Pradas en torno al posicionamiento de las administraciones locales respecto a la cultura. La segunda entrega recoge las conversaciones con David Quirós, alcalde de Hospitalet de Llobregat, Alba Barnusell, alcaldesa de Granollers, y Filo Cañete, alcaldesa de Sant Adrià.

Por Rafael Pradas

En esta segunda entrega sobre la realidad cultural de Barcelona y su amplio entorno metropolitano y las perspectivas que se abren en el futuro inmediato, ofrecemos la posición de alcaldes del ámbito metropolitano de Barcelona en el sentido más estricto (L’Hospitalet de Llobregat y Sant Adrià de Besòs) y también de la región metropolitana como es el caso de Granollers.

Su opinión es de gran interés para poder captar la dimensión metropolitana que progresivamente adquiere la producción y el consumo cultural sin olvidar la existencia de políticas locales que tienen el acierto de basarse en la proximidad y en el papel cívico que adquiere el hecho cultural junto a la escuela y del tejido asociativo. No hay que olvidar que, a pesar de todos los problemas existentes, el área metropolitana de Barcelona se caracteriza por la existencia de múltiples centros urbanos con capacidad de generar espacios de convivencia, servicios, actividad económica y social.

David Quirós, alcalde de L’Hospitalet de Llobregat: Es necesaria una estrategia cultural conjunta

David Quirós, alcalde de L’Hospitalet de Llobregat desde junio de 2024 ha sido concejal de cultura durante más de ocho años. Es uno de los impulsores del Distrito Cultural L’Hospitalet y de la iniciativa L’Hospitalet 6.0, esta en colaboración con la Fundación Barcelona Mobile World Capital que subrayan el peso que la ciudad va alcanzando en el campo de las industrias culturales.

En el Distrito Cultural L’Hospitalet hay unas 500 empresas de sectores creativos instaladas en un entorno urbano no demasiado definido de los barrios de Centro, Bellvitge, Sant Josep y Santa Eulalia, pero que ha creado un ámbito que se ha venido a considerar como una especie de Brooklyn de Barcelona y que se complementa con el otro gran polo de creación y talento del Poblenou en Barcelona. Es justamente en L’Hospitalet donde la cantante Rosalia ha instalado su estudio de grabación y empresa de eventos, cerca del recinto de Fira de Barcelona y, por otro lado, la antigua fabrica Godó i Trias se convertirá en un centro de artes visuales de la mano de los antiguos promotores del Hermitage en Barcelona y actuales impulsores del Museo Thyssen de Barcelona en el antiguo cine Comedia.

Este 2025 L’Hospitalet de Llobregat celebrará su primer centenario como ciudad, título que le otorgó Alfonso XII en 1925. La segunda ciudad de Cataluña llega a la conmemoración con 280.000 habitantes y una alta densidad: en concreto, los barrios de La Florida y Montmartre-Glignancourt (Paris) son los más apetecibles de Europa. En el año del centenario, L’Hospitalet encara proyectos diversos como la futura intervención en la zona norte o Samontà, el soterramiento de las vías del tren, las políticas de vivienda y espacios verdes y, sobre todo, la puesta en marcha del plan director urbanístico Biopol Gran Via, aprobado ya por la Generalitat, vinculado al soterramiento del tramo final de la C-31 que permitirá crear un bioclúster de salud y la innovación a partir de la existencia del Hospital de Bellvitge,  el ICO, el futuro Clínico y Sant Joan de Deu, entre otros centros, y que debe tener un gran impacto económico.

Hemos pedido al alcalde Quirós su opinión sobre diversas cuestiones relacionadas con la dimensión metropolitana de la cultura y sus desafíos de futuro como hicimos anteriormente con el alcalde de Cornellà y vicepresidente del AMB Antonio Balmon.

Los grandes retos culturales en los próximos años

Fomentar una cultura participativa con liderazgo compartido que potencie la cooperación entre las administraciones públicas —responsables de garantizar el cumplimiento de los derechos culturales— y las entidades, asociaciones, instituciones privadas y del tercer sector.

Debe ser una cultura inclusiva, equitativa y descentralizada, que llegue a todos los territorios y segmentos sociales, garantice que no se pierda la memoria del pasado, valore la diversidad del presente y nos proyecte hacia el futuro con una identidad compartida que refuerce la cohesión social.

Una cultura innovadora y creativa que apueste decididamente por las nuevas generaciones como agentes clave para el futuro de las comunidades.

El papel de las ciudades metropolitanas como generadoras y difusoras de cultura

Las ciudades metropolitanas afrontan hoy el reto de proyectar su acción cultural más allá de los límites municipales, integrando los territorios del entorno en una estrategia conjunta. Aunque las administraciones locales mantienen una atención centrada en su propia circunscripción, es necesario abrir la mirada y promover políticas culturales que traspasen las fronteras geográficas.

La movilidad de las personas a través de los entornos metropolitanos convierte estas áreas en espacios de convivencia continua, y la cultura debe reflejar esta realidad, debe convertirse en un motor de conexión y cohesión entre municipios.

En este contexto, cada ciudad debe poner en valor su cultura para compartirla con las localidades vecinas, sin intentar reproducir modelos externos. Cada una tiene su propia identidad, singularidad y riqueza cultural, elementos que la hacen única dentro del entramado metropolitano.

Objetivos culturales compartidos entre Barcelona y su área

La cultura debe ser metropolitana para poder llegar a todo el mundo. Es necesario superar los límites administrativos y asumir que muchas de las actividades culturales tienen un interés que va más allá del municipio. Hay que activar mecanismos que faciliten la colaboración entre territorios y ciudades para consolidar esta realidad. Proyectos como Danza Metropolitana, la bienal europea Manifiesta 15 o el Festival Cruïlla demuestran que la cooperación y la descentralización son estrategias clave para garantizar el acceso a la cultura y fomentar una programación rica y diversa para toda la ciudadanía.

La experiencia del Distrito Cultural como modelo de desarrollo de las industrias culturales

El Distrito Cultural L’H se ha consolidado como un proyecto estratégico que va más allá del apoyo a las industrias culturales y se centra también en la dinamización de los agentes creativos y artísticos. Uno de sus principales éxitos ha sido ejercer de facilitador y catalizador de las iniciativas privadas que se establecen en el territorio, fomentando al mismo tiempo el arraigo de los nuevos talentos en L’Hospitalet a través de proyectos colaborativos y comunitarios.

Este enfoque ha permitido atraer talento y capacidades creativas, revitalizar diversas zonas de la ciudad y diversificar la oferta cultural y artística, y ha consolidado el Distrito Cultural como un espacio construido de manera horizontal, con una estrategia clara de crecimiento de abajo hacia arriba.

Alba Barnusell alcaldesa de Granollers: a favor de un Consejo de Ciudades por la Cultura

Con experiencia de más de 20 años como concejala de Granollers, donde ha ocupado las responsabilidades de cultura en diversos mandatos, es alcaldesa desde 2022. Es miembro activa de la asociación de municipios del Arco Metropolitano de Barcelona que trabaja para tener una mayor representación como interlocutor en los temas que afectan a la Región Metropolitana.

Hemos trasladado a la alcaldesa Barnusell los siguientes temas:

Los grandes retos culturales en los próximos años

Nos encontramos en un momento trascendental para situar la cultura en el lugar que le corresponde. Si después de la Segunda Guerra Mundial se habló de la democratización de la cultura, ahora toca situarla como derecho fundamental. La cultura tiene un papel clave en la definición de quiénes somos. Es una herramienta transformadora que permite desarrollar el sentido crítico. Si queremos mejorar como seres humanos, la cultura es imprescindible. Por ello, le debemos el valor de servicio público que le corresponde. Hay que hacerla más accesible y potenciar su diversidad. Y vamos hacia aquí.

Uno de los proyectos culturales más interesantes que tenemos sobre la mesa es la Ley de Derechos Culturales que se debatirá en el Parlamento. El consenso en este marco me parece fundamental. De hecho, la cooperación entre administraciones es el camino para potenciar un ecosistema cultural plural, sostenible, eficaz y competitivo. Al mismo tiempo, entender la cultura como elemento también de cohesión y creación de identidad compartida y sentimiento de pertenencia es clave en unas ciudades y sociedades cada vez más complejas, diversas y plurales.

El papel de las ciudades metropolitanas como generadoras y difusoras de cultura

Las ciudades metropolitanas son las mejor posicionadas para crear las mejores condiciones para la generación de proyectos culturales, ya que disponen de una gran diversidad de creadores, entidades, pequeñas empresas culturales. Es necesario que los ayuntamientos detectemos y cuidemos el talento. Hay que hacer un trabajo muy cuidadoso, quirúrgica, para identificar qué agentes tenemos en nuestras ciudades y ofrecerles un entorno favorable donde arraigar. Si somos capaces de ser fuertes territorialmente la suma será imbatible. Incentivar y acompañar el talento por un lado y, por otro, impulsar la participación de la ciudadanía en las actividades culturales, como espectadores, generadores y creadores de cultura. Tienen que pasar cosas en los equipamientos, y también en las plazas y en las calles y tenemos que ser capaces de engañar a la gente a formar parte.

Desde las ciudades podemos hacer crecer, y mucho, el éxito de la oferta cultural. Buenas bibliotecas, buenos teatros, programaciones originales y atractivas, espacios audiovisuales potentes como Roca Umbert Fàbrica de les Arts en Granollers, Ca l’Estruch en Sabadell, Neàpolis en Vilanova, Tecla Sala en L’Hospitalet, donde encuentren espacio las nuevas tendencias, las propuestas más innovadoras y también las de más tradicionales, que convivan con ellas. Cada uno debe trabajar desde su ciudad, teniendo en cuenta sus singularidades e identidades, pero en permanente diálogo con todo el entorno metropolitano. Una buena herramienta podría ser crear un Consejo de las Ciudades por la Cultura, un órgano formado por ciudades grandes y medianas que podría erigirse como el interlocutor de referencia para el Gobierno y generador de oportunidades y proyectos conjuntos en todo el territorio.

Barcelona y la región metropolitana se pueden plantear objetivos compartidos en materia de cultura ?

Sí, de hecho ya lo estamos viendo en proyectos como el Manifiesta, o el Danza Metropolitana, por poner dos ejemplos. Y llegará un momento en que una parte significativa de los proyectos culturales serán compartidos entre administraciones y entidades de forma más orgánica. La preservación de la identidad y cultural local debe ser compatible con los proyectos compartidos, ya sea en la vertiente de la exhibición, donde ya está pasando, como en la de la gestación de los proyectos.

Las ciudades medias debemos aprovechar la capitalidad de Barcelona, con los recursos y la capacidad de difusión que ello conlleva, y Barcelona debe saber aprovechar la diversidad y la riqueza que podemos aportar desde el territorio.

Como alcaldesa de Granollers, por ejemplo, puedo poner en valor que en nuestra ciudad la cultura es un eje fundamental: destinamos casi el 8% del presupuesto. Destinar recursos es importante, pero también la permanente revisión de las actuaciones y la búsqueda de nuevas miradas a la hora de impulsar proyectos. La cultura es cohesión y es conocimiento, pero también es motor económico. Por lo tanto, alianza con Barcelona, sí. Y con los diferentes niveles de administración. Y con las ciudades metropolitanas. Y con el sector privado. Si colaboramos, sumamos y crecemos y avanzamos juntos.

Filo Cañete, alcaldesa de Sant Adrià: Catalunya Media City, una gran oportunidad

Pasar de las cuestiones generales a los temas concretos ayuda a valorar la importancia de la cultura para la vida de las ciudades, grandes y pequeñas.

Hemos pedido a la alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, Filo Cañete, su opinión sobre el impacto que puede tener sobre la población el proyecto Catalunya Media City, que se ubicará en el espacio de las emblemáticas Tres Chimeneas. Filo Cañete concejala desde 2007 es, desde 2021 alcaldesa de una ciudad con una alta complejidad social:

«En la ciudad de Sant Adrià, como generadora y difusora de cultura, trabajamos e impulsamos actividades de difusión de la cultura, la historia y la tradición catalanas y del municipio. La preservación y la recuperación de la memoria histórica y la cultura local son fundamentales para definir la identidad de una ciudad, desarrollar el sentimiento de pertenencia a la comunidad, fortalecer y cohesionar el tejido social.

Es una realidad que ciudades como Sant Adrià de Besòs, con 40.000 habitantes, no tienen los recursos para competir con la oferta cultural de mayor impacto de las grandes ciudades del área metropolitana, como Barcelona y otras, pero ahora tenemos una oportunidad histórica en el ámbito de la producción cultural, con el Hub Audiovisual, Digital y del Videojuego Catalunya Media City. La producción cultural será uno de los ejes centrales de un proyecto que lidera precisamente la conselleria de Cultura de la Generalitat, de la mano de los ayuntamientos de Sant Adrià de Besòs y de Badalona, y otras administraciones, a través del Consorcio del Besòs. El Catalunya Media City convertirá Sant Adrià de Besòs en un referente de la creación cultural tanto en el área metropolitana de Barcelona como en Cataluña. Es una ocasión única y un reto, que debe tener un impacto positivo en la ciudad y en todo el territorio del Besòs a todos los niveles (económico, social y cultural) y dar un guiño a su historia.

En los últimos tiempos se habla mucho del Besòs y creo que ahora sí ha llegado la hora de desarrollar todas las potencialidades del llamado eje Besòs. Para Sant Adrià, será la producción cultural con el proyecto Catalunya Media City, en el que ya se está trabajando.

La bienal nómada europea Manifiesta 15 ha sido una palanca para impulsar este desarrollo. Por primera vez en la historia se han abierto al público las Tres Chimeneas como sede central de la bienal acogiendo obras de artistas internacionales. Tanto la ciudadanía adrianense como de todo el entorno metropolitano han podido visitarlas, verlas de cerca y testar las posibilidades de la sala de turbinas, donde se ubicará el hub audiovisual. Hay que poner en valor el trabajo que se ha hecho con las entidades de las ciudades participantes, ya que uno de los factores clave de su éxito es esta doble vertiente de la bienal, el cariz internacional y los vínculos con las comunidades locales. Manifiesta 15 ha situado a las Tres Chimeneas, que ha sido la sede más visitada, en el panorama mediático y en el debate público. Se ha generado una gran expectativa, y los ciudadanos y ciudadanas ven ahora un futuro prometedor de desarrollo de todo el ámbito de las Tres Chimeneas.

Por Rafael Pradas

En esta segunda entrega sobre la realidad cultural de Barcelona y su amplio entorno metropolitano y las perspectivas que se abren en el futuro inmediato, ofrecemos la posición de alcaldes del ámbito metropolitano de Barcelona en el sentido más estricto (L’Hospitalet de Llobregat y Sant Adrià de Besòs) y también de la región metropolitana como es el caso de Granollers.

Su opinión es de gran interés para poder captar la dimensión metropolitana que progresivamente adquiere la producción y el consumo cultural sin olvidar la existencia de políticas locales que tienen el acierto de basarse en la proximidad y en el papel cívico que adquiere el hecho cultural junto a la escuela y del tejido asociativo. No hay que olvidar que, a pesar de todos los problemas existentes, el área metropolitana de Barcelona se caracteriza por la existencia de múltiples centros urbanos con capacidad de generar espacios de convivencia, servicios, actividad económica y social.

David Quirós, alcalde de L’Hospitalet de Llobregat: Es necesaria una estrategia cultural conjunta

David Quirós, alcalde de L’Hospitalet de Llobregat desde junio de 2024 ha sido concejal de cultura durante más de ocho años. Es uno de los impulsores del Distrito Cultural L’Hospitalet y de la iniciativa L’Hospitalet 6.0, esta en colaboración con la Fundación Barcelona Mobile World Capital que subrayan el peso que la ciudad va alcanzando en el campo de las industrias culturales.

En el Distrito Cultural L’Hospitalet hay unas 500 empresas de sectores creativos instaladas en un entorno urbano no demasiado definido de los barrios de Centro, Bellvitge, Sant Josep y Santa Eulalia, pero que ha creado un ámbito que se ha venido a considerar como una especie de Brooklyn de Barcelona y que se complementa con el otro gran polo de creación y talento del Poblenou en Barcelona. Es justamente en L’Hospitalet donde la cantante Rosalia ha instalado su estudio de grabación y empresa de eventos, cerca del recinto de Fira de Barcelona y, por otro lado, la antigua fabrica Godó i Trias se convertirá en un centro de artes visuales de la mano de los antiguos promotores del Hermitage en Barcelona y actuales impulsores del Museo Thyssen de Barcelona en el antiguo cine Comedia.

Este 2025 L’Hospitalet de Llobregat celebrará su primer centenario como ciudad, título que le otorgó Alfonso XII en 1925. La segunda ciudad de Cataluña llega a la conmemoración con 280.000 habitantes y una alta densidad: en concreto, los barrios de La Florida y Montmartre-Glignancourt (Paris) son los más apetecibles de Europa. En el año del centenario, L’Hospitalet encara proyectos diversos como la futura intervención en la zona norte o Samontà, el soterramiento de las vías del tren, las políticas de vivienda y espacios verdes y, sobre todo, la puesta en marcha del plan director urbanístico Biopol Gran Via, aprobado ya por la Generalitat, vinculado al soterramiento del tramo final de la C-31 que permitirá crear un bioclúster de salud y la innovación a partir de la existencia del Hospital de Bellvitge,  el ICO, el futuro Clínico y Sant Joan de Deu, entre otros centros, y que debe tener un gran impacto económico.

Hemos pedido al alcalde Quirós su opinión sobre diversas cuestiones relacionadas con la dimensión metropolitana de la cultura y sus desafíos de futuro como hicimos anteriormente con el alcalde de Cornellà y vicepresidente del AMB Antonio Balmon.

Los grandes retos culturales en los próximos años

Fomentar una cultura participativa con liderazgo compartido que potencie la cooperación entre las administraciones públicas —responsables de garantizar el cumplimiento de los derechos culturales— y las entidades, asociaciones, instituciones privadas y del tercer sector.

Debe ser una cultura inclusiva, equitativa y descentralizada, que llegue a todos los territorios y segmentos sociales, garantice que no se pierda la memoria del pasado, valore la diversidad del presente y nos proyecte hacia el futuro con una identidad compartida que refuerce la cohesión social.

Una cultura innovadora y creativa que apueste decididamente por las nuevas generaciones como agentes clave para el futuro de las comunidades.

El papel de las ciudades metropolitanas como generadoras y difusoras de cultura

 Las ciudades metropolitanas afrontan hoy el reto de proyectar su acción cultural más allá de los límites municipales, integrando los territorios del entorno en una estrategia conjunta. Aunque las administraciones locales mantienen una atención centrada en su propia circunscripción, es necesario abrir la mirada y promover políticas culturales que traspasen las fronteras geográficas.

La movilidad de las personas a través de los entornos metropolitanos convierte estas áreas en espacios de convivencia continua, y la cultura debe reflejar esta realidad, debe convertirse en un motor de conexión y cohesión entre municipios.

En este contexto, cada ciudad debe poner en valor su cultura para compartirla con las localidades vecinas, sin intentar reproducir modelos externos. Cada una tiene su propia identidad, singularidad y riqueza cultural, elementos que la hacen única dentro del entramado metropolitano.

Objetivos culturales compartidos entre Barcelona y su área

 La cultura debe ser metropolitana para poder llegar a todo el mundo. Es necesario superar los límites administrativos y asumir que muchas de las actividades culturales tienen un interés que va más allá del municipio. Hay que activar mecanismos que faciliten la colaboración entre territorios y ciudades para consolidar esta realidad. Proyectos como Danza Metropolitana, la bienal europea Manifiesta 15 o el Festival Cruïlla demuestran que la cooperación y la descentralización son estrategias clave para garantizar el acceso a la cultura y fomentar una programación rica y diversa para toda la ciudadanía.

La experiencia del Distrito Cultural como modelo de desarrollo de las industrias culturales

El Distrito Cultural L’H se ha consolidado como un proyecto estratégico que va más allá del apoyo a las industrias culturales y se centra también en la dinamización de los agentes creativos y artísticos. Uno de sus principales éxitos ha sido ejercer de facilitador y catalizador de las iniciativas privadas que se establecen en el territorio, fomentando al mismo tiempo el arraigo de los nuevos talentos en L’Hospitalet a través de proyectos colaborativos y comunitarios.

Este enfoque ha permitido atraer talento y capacidades creativas, revitalizar diversas zonas de la ciudad y diversificar la oferta cultural y artística, y ha consolidado el Distrito Cultural como un espacio construido de manera horizontal, con una estrategia clara de crecimiento de abajo hacia arriba.

Alba Barnusell alcaldesa de Granollers: a favor de un Consejo de Ciudades por la Cultura

Con experiencia de más de 20 años como concejala de Granollers, donde ha ocupado las responsabilidades de cultura en diversos mandatos, es alcaldesa desde 2022. Es miembro activa de la asociación de municipios del Arco Metropolitano de Barcelona que trabaja para tener una mayor representación como interlocutor en los temas que afectan a la Región Metropolitana.

Hemos trasladado a la alcaldesa Barnusell los siguientes temas:

Los grandes retos culturales en los próximos años

Nos encontramos en un momento trascendental para situar la cultura en el lugar que le corresponde. Si después de la Segunda Guerra Mundial se habló de la democratización de la cultura, ahora toca situarla como derecho fundamental. La cultura tiene un papel clave en la definición de quiénes somos. Es una herramienta transformadora que permite desarrollar el sentido crítico. Si queremos mejorar como seres humanos, la cultura es imprescindible. Por ello, le debemos el valor de servicio público que le corresponde. Hay que hacerla más accesible y potenciar su diversidad. Y vamos hacia aquí.

Uno de los proyectos culturales más interesantes que tenemos sobre la mesa es la Ley de Derechos Culturales que se debatirá en el Parlamento. El consenso en este marco me parece fundamental. De hecho, la cooperación entre administraciones es el camino para potenciar un ecosistema cultural plural, sostenible, eficaz y competitivo. Al mismo tiempo, entender la cultura como elemento también de cohesión y creación de identidad compartida y sentimiento de pertenencia es clave en unas ciudades y sociedades cada vez más complejas, diversas y plurales.

El papel de las ciudades metropolitanas como generadoras y difusoras de cultura

Las ciudades metropolitanas son las mejor posicionadas para crear las mejores condiciones para la generación de proyectos culturales, ya que disponen de una gran diversidad de creadores, entidades, pequeñas empresas culturales. Es necesario que los ayuntamientos detectemos y cuidemos el talento. Hay que hacer un trabajo muy cuidadoso, quirúrgica, para identificar qué agentes tenemos en nuestras ciudades y ofrecerles un entorno favorable donde arraigar. Si somos capaces de ser fuertes territorialmente la suma será imbatible. Incentivar y acompañar el talento por un lado y, por otro, impulsar la participación de la ciudadanía en las actividades culturales, como espectadores, generadores y creadores de cultura. Tienen que pasar cosas en los equipamientos, y también en las plazas y en las calles y tenemos que ser capaces de engañar a la gente a formar parte.

Desde las ciudades podemos hacer crecer, y mucho, el éxito de la oferta cultural. Buenas bibliotecas, buenos teatros, programaciones originales y atractivas, espacios audiovisuales potentes como Roca Umbert Fàbrica de les Arts en Granollers, Ca l’Estruch en Sabadell, Neàpolis en Vilanova, Tecla Sala en L’Hospitalet, donde encuentren espacio las nuevas tendencias, las propuestas más innovadoras y también las de más tradicionales, que convivan con ellas. Cada uno debe trabajar desde su ciudad, teniendo en cuenta sus singularidades e identidades, pero en permanente diálogo con todo el entorno metropolitano. Una buena herramienta podría ser crear un Consejo de las Ciudades por la Cultura, un órgano formado por ciudades grandes y medianas que podría erigirse como el interlocutor de referencia para el Gobierno y generador de oportunidades y proyectos conjuntos en todo el territorio.

 Barcelona y la región metropolitana se pueden plantear objetivos compartidos en materia de cultura ?

Sí, de hecho ya lo estamos viendo en proyectos como el Manifiesta, o el Danza Metropolitana, por poner dos ejemplos. Y llegará un momento en que una parte significativa de los proyectos culturales serán compartidos entre administraciones y entidades de forma más orgánica. La preservación de la identidad y cultural local debe ser compatible con los proyectos compartidos, ya sea en la vertiente de la exhibición, donde ya está pasando, como en la de la gestación de los proyectos.

Las ciudades medias debemos aprovechar la capitalidad de Barcelona, con los recursos y la capacidad de difusión que ello conlleva, y Barcelona debe saber aprovechar la diversidad y la riqueza que podemos aportar desde el territorio.

Como alcaldesa de Granollers, por ejemplo, puedo poner en valor que en nuestra ciudad la cultura es un eje fundamental: destinamos casi el 8% del presupuesto. Destinar recursos es importante, pero también la permanente revisión de las actuaciones y la búsqueda de nuevas miradas a la hora de impulsar proyectos. La cultura es cohesión y es conocimiento, pero también es motor económico. Por lo tanto, alianza con Barcelona, sí. Y con los diferentes niveles de administración. Y con las ciudades metropolitanas. Y con el sector privado. Si colaboramos, sumamos y crecemos y avanzamos juntos.

Filo Cañete, alcaldesa de Sant Adrià: Catalunya Media City, una gran oportunidad

Pasar de las cuestiones generales a los temas concretos ayuda a valorar la importancia de la cultura para la vida de las ciudades, grandes y pequeñas.

Hemos pedido a la alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, Filo Cañete, su opinión sobre el impacto que puede tener sobre la población el proyecto Catalunya Media City, que se ubicará en el espacio de las emblemáticas Tres Chimeneas. Filo Cañete concejala desde 2007 es, desde 2021 alcaldesa de una ciudad con una alta complejidad social:

«En la ciudad de Sant Adrià, como generadora y difusora de cultura, trabajamos e impulsamos actividades de difusión de la cultura, la historia y la tradición catalanas y del municipio. La preservación y la recuperación de la memoria histórica y la cultura local son fundamentales para definir la identidad de una ciudad, desarrollar el sentimiento de pertenencia a la comunidad, fortalecer y cohesionar el tejido social. 

 Es una realidad que ciudades como Sant Adrià de Besòs, con 40.000 habitantes, no tienen los recursos para competir con la oferta cultural de mayor impacto de las grandes ciudades del área metropolitana, como Barcelona y otras, pero ahora tenemos una oportunidad histórica en el ámbito de la producción cultural, con el Hub Audiovisual, Digital y del Videojuego Catalunya Media City. La producción cultural será uno de los ejes centrales de un proyecto que lidera precisamente la conselleria de Cultura de la Generalitat, de la mano de los ayuntamientos de Sant Adrià de Besòs y de Badalona, y otras administraciones, a través del Consorcio del Besòs. El Catalunya Media City convertirá Sant Adrià de Besòs en un referente de la creación cultural tanto en el área metropolitana de Barcelona como en Cataluña. Es una ocasión única y un reto, que debe tener un impacto positivo en la ciudad y en todo el territorio del Besòs a todos los niveles (económico, social y cultural) y dar un guiño a su historia.

En los últimos tiempos se habla mucho del Besòs y creo que ahora sí ha llegado la hora de desarrollar todas las potencialidades del llamado eje Besòs. Para Sant Adrià, será la producción cultural con el proyecto Catalunya Media City, en el que ya se está trabajando.

 La bienal nómada europea Manifiesta 15 ha sido una palanca para impulsar este desarrollo. Por primera vez en la historia se han abierto al público las Tres Chimeneas como sede central de la bienal acogiendo obras de artistas internacionales. Tanto la ciudadanía adrianense como de todo el entorno metropolitano han podido visitarlas, verlas de cerca y testar las posibilidades de la sala de turbinas, donde se ubicará el hub audiovisual. Hay que poner en valor el trabajo que se ha hecho con las entidades de las ciudades participantes, ya que uno de los factores clave de su éxito es esta doble vertiente de la bienal, el cariz internacional y los vínculos con las comunidades locales. Manifiesta 15 ha situado a las Tres Chimeneas, que ha sido la sede más visitada, en el panorama mediático y en el debate público. Se ha generado una gran expectativa, y los ciudadanos y ciudadanas ven ahora un futuro prometedor de desarrollo de todo el ámbito de las Tres Chimeneas.

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