LA HORA DE LAS POLÍTICAS CULTURALES METROPOLITANAS
Por Rafael Pradas, periodista
En la perspectiva de fijarnos en las transformaciones que vive Barcelona, a pocos años de conmemorar el centenario de un hecho tan trascendental en la vida de la ciudad como fue la Exposición Internacional de 1929, centramos la mirada en este número de RethinkBCN en el ámbito de la cultura que traspasa, no sin dificultades, los límites territoriales de Barcelona para convertirse progresivamente en una realidad metropolitana.
La celebración del festival Manifiesta 15 con escenarios en diversos ámbitos metropolitanos (Barcelona, El Prat de Llobregat, Sant Cugat del Vallès, Granollers, L’Hospitalet, Cornellà, Mataró, Terrassa, Sabadell, Sant Adrià de Besòs) con las Tres Chimeneas como imagen icónica ha servido para subrayar la dimensión metropolitana de la cultura, poniendo en valor la importancia de iniciativas pioneras, aunque todavía limitadas, como la Noche de los Museos o el festival Danza Metropolitana y que abren la puerta a colaboraciones más amplias, a la creación efectiva de una comunidad cultural metropolitana.
Creación y consumo definen la dualidad de la cultura de Barcelona
Más de 175.000 personas trabajan, sólo en el estricto término municipal, en el sector de las industrias creativas que incluye un amplio abanico de actividades tradicionales (de la arquitectura a la edición, las artes escénicas o la música) y otras más nuevas como las relacionadas con el software, los videojuegos, la realidad aumentada, la IA o la edición electrónica. Habría que añadir el peso que estas actividades tienen en diferentes ciudades metropolitanas (L’Hospitalet, Terrassa, Sabadell, El Prat de Llobregat, Granollers, etcétera).
Barcelona, con una constelación de más de 325 centros culturales, ofrece datos espectaculares: museos y centros de exposiciones reciben anualmente más de 13 millones de visitas, se venden 3 M de entradas de teatro y 3,5 de cine, se calcula que más de 3 millones de personas participan en actividades populares y las bibliotecas reciben 5,6 millones de visitas.
Todos estos datos no se explicarían suficientemente bien sin tener en cuenta el peso del turismo y del público procedente del área, la región metropolitana y del conjunto de Cataluña.
Sin embargo, todavía hay importantes sectores de población que quedan fuera, habitualmente, del consumo cultural. La nueva hoja de ruta del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB) de 2022 («Compromiso Metropolita 2030») quiere superar los límites del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Entre los retos de «la ciudad de los 5 millones», figura el objetivo de aumentar un 10 % la participación de la población en la vida cultural. ¿Cómo? Reforzando el rol social de la cultura a través del impulso de los derechos culturales y de políticas que promuevan el aumento de la participación cultural: tejido asociativo y cultural de proximidad para poder actuar desde barrios y municipios. En la misma línea, la Encuesta de Derechos Culturales del Instituto de Cultura de Barcelona de 2022 señalaba factores determinantes a la hora de acceder a la cultura: el barrio con su conjunto de instituciones (tejido asociativo, centros cívicos o ateneos, biblioteca, escuela, instituto…) y el entorno familiar.
Una cuestión más: los principales partidos políticos presentes en Barcelona en el debate sobre políticas culturales celebrado en vísperas de las elecciones municipales de 2023 apostaron por un consejo metropolitano de la cultura.
Nos interesa conocer el posicionamiento de las administraciones locales sobre la cultura con perspectiva metropolitana a través de voces que representan la compleja realidad. Ofrecemos en esta primera entrega la opinión del concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona Xavier Marcé y del alcalde de Cornellà Antonio Balmón que es, a la vez, vicepresidente ejecutivo del Área Metropolitana de Barcelona.
Xavier Marcé, concejal de Cultura e Industrias Creativas de Barcelona: La cultura traspasa las fronteras administrativas
El concejal de Cultura e Industrias Creativas del Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Marcé tiene una experiencia de más de 30 años en el sector tanto en el ámbito público como en el privado.
En la entrevista a Rethink BCN realizada por Pep Marti y publicada el 7 de noviembre de 2024 pasaba revista a los retos culturales de Barcelona teniendo en cuenta el escenario de 2029, centenario de la Exposición Internacional de Barcelona. Estos son los elementos sustanciales relacionados con los grandes proyectos municipales en materia de cultura que tienen una clara dimensión metropolitana:
CENTENARIO DE 1929, MONTJUÏC. Montjuïc es un lugar especial para la ciudad: es una montaña que es claramente un parque metropolitano. Y, por lo tanto, es un espacio que aglutina una mirada hacia El Baix Llobregat, tal como el cauce del Bessos lo hace hacia El Maresme. En Montjuïc hay unos espacios de la Feria que hay que remodelar y hay que afrontar la ampliación del MNAC. Existe la idea, con el Pabellón Alfonso XII, de un nuevo Palacio de Congresos. Hay que conectar mejor Montjuïc y el Paralelo, y abrir un espacio que permita por la calle Lleida entrar de otra manera en Montjuïc. Debemos repensar todo el sistema de movilidad de la montaña para reforzar su papel como gran espacio de cultura, de deportes y de ocio.
EN ESTE ENTORNO, EL MNAC. Estamos trabajando en el proyecto de ampliación del MNAC. El MNAC está adscrito a la Generalitat, que es quien lidera el proyecto, pero nos implica como Ayuntamiento en la medida en que formamos parte del museo, al igual que el Ministerio de Cultura, y en la medida en que se convierte en una pieza central de la remodelación de Montjuïc.
SOBRE LA «COMUNIDAD CULTURAL METROPOLITANA». Más allá de las fronteras administrativas entre las ciudades, hay ciertos elementos que las traspasan. La cultura es uno de ellos. La circulación de públicos es una evidencia. ¿Cuál es el problema? Que los públicos culturales tienden a ir de fuera hacia adentro y poco de adentro hacia fuera. Es evidente que mucha gente del área metropolitana viene a consumir cultura en Barcelona y más difícilmente la gente de Barcelona va a estos otros lugares metropolitanos. Es una realidad injusta desde el punto de vista cultural para que nos perdamos poner en valor propuestas que son muy valiosas, aunque no tengan una aparente centralidad.
INICIATIVAS EN ESTE SENTIDO. Comenzamos hace seis años con el Festival de Danza Metropolitana, que organizan ocho o nueve ayuntamientos. La Noche de los Museos es otra acción que se esparce de manera coordinada por todo el área metropolitana. Y Manifiesta es otra propuesta que ha tenido claramente esta vocación y se plasma en doce ciudades.
BALANCE DE MANIFIESTA 15, Aparte de visualizar exposiciones de artistas importantes, en Barcelona han venido más de 300 críticos internacionales, hemos estado presentes en todas las revistas de arte del mundo, Barcelona es observada en estos momentos por la crítica internacional en términos artísticos. Todo esto es el corto plazo. Ahora, tenemos que pensar en el largo plazo. ¿Cuál es el largo plazo del Manifiesta? Lo más importante es que ha permitido poner en valor un conjunto de espacios que probablemente no se hubieran abierto con tanta rapidez a la ciudadanía. El caso de las Tres Chimeneas, por ejemplo. O la Casa Juncosa del Prat, o romper las miradas estrictamente locales sobre otros espacios que tienen una lógica metropolitana, como Can Trinxet de L’Hospitalet, como la Prisión de Mataró, poner en valor Ca n’Estruch en Sabadell, etcétera.
EL MACBA EN LA PERSPECTIVA 2029. Su futuro crecimiento está bien enfocado (…) El MACBA es una pieza determinante para mantener la vitalidad del Raval. El Raval, a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades, no es un espacio que se haya desertizado sino que es un ámbito vivido por los ciudadanos, con ofertas culturales de primera magnitud: tenemos la Universidad, el MACBA, el CCCB, muchos teatros, la Filmoteca, el Taller de Musics y multitud de asociaciones de todo tipo.
LAS TRES CHIMENEAS. Las Tres Chimeneas es un lugar extraordinario. Cuando hablamos de las Tres Chimeneas no lo hacemos sólo de un edificio, sino de un espacio mucho más grande, con la posibilidad de hacer un parque empresarial delante, y también una zona residencial. Por lo tanto, es un nombre que define un polígono muy extenso. Hay una idea que ha cogido fuerza, con una dotación importante de la Generalidad, que es la creación en su entorno del hub audiovisual de Cataluña. Pensamos que, hoy en día, cuando hablamos de un hub audiovisual no lo hacemos siquiera en el campo del cine o de las series de televisión; hablamos de videojuegos, de arte virtual, de todos los nuevos escenarios del audiovisual.
SITUACIÓN DEL TEATRO EN BARCELONA Y MADRID. En Barcelona hay casi bien 50 espacios teatrales, pero solo hay dos públicos. En Madrid hay once o doce. En Madrid hay diez teatros de mil plazas con escenarios grandes. Esto hace que sea muy difícil un cierto tipo de espectáculos para todos o que lleven a grandes éxitos. Tiene una virtud y es que el teatro alternativo o de investigación aquí ha sido más exitoso que en Madrid. Pero al no ser una capital de estado, ese poso patrimonial que el tiempo ha dejado en grandes teatros en Barcelona no lo tenemos o se ha ido perdiendo. En el Paralelo había algunos y también algunos cines habían sido teatros. Alguno se ha recuperado, como el Coliseum. Faltan espacios donde la caja escénica y el número de butacas permita un tipo de actividad teatral que probablemente crearía mucho más público. El interés por el teatro existe. Es el año que se han vendido más entradas en toda la historia: tres millones.
Antonio Balmon, alcalde de Cornellà de Llobregat y vicepresidente ejecutivo del Área Metropolitana de Barcelona
Alcalde de Cornellà de Llobregat desde 2004 es vicepresidente ejecutivo del Área Metropolitana de Barcelona desde 2010. Su opinión asocia sin duda la doble dimensión local y territorial.
Con más de 90.000 habitantes, Cornellà de Llobregat ha jugado un papel determinante en la configuración de la realidad metropolitana por sus características económicas, sociales, sindicales y culturales a la vez que se ha convertido, de hecho, en eje vertebrador de una comarca tan diversa y con tanta personalidad como es el Baix Llobregat.
Le hemos planteado estas cuestiones:
-¿Cuáles son los grandes retos del sector cultural en los próximos años?
Sentimos que, en Cornellà, como en cualquier ciudad de sus características, se hace cultura. Continuamente, no sólo gracias al impulso público, sino también, y en especial, gracias al talento de las personas que viven en él. Pero sí es posible hacerla más abierta, darle más difusión y capacidad de transmisión.
Para avanzar en este ámbito de manera integrada y coordinada en la metrópoli se deberían partir de unas políticas conjuntas de públicos y audiencias; también serían útiles herramientas de comunicación y difusión cultural metropolitanas; y plantear políticas económicas de ayudas y subvenciones culturales de alcance metropolitano, que permitan una gestión horizontal de las políticas culturales siguiendo un modelo de cooperación y codiseño efectivo entre las administraciones públicas y las entidades ciudadanas.
-¿Cuál es el papel de las ciudades metropolitanas como generadoras y difusoras de cultura?
La cultura ya está, ya se está generando… el talento está, las personas están… Por lo tanto, es obvio que las ciudades tienen un papel, no sólo como plataforma de lanzamiento para acompañar los primeros pasos del talento creador, sino también como escenario de cualquier propuesta de gran alcance.
Hay que articular propuestas que den relevancia a las ciudades del entorno metropolitano, no por el hecho de sobresalir unas sobre otras, sino porque la dimensión del AMB permite que haya múltiples centralidades.
Entendemos la cultura, además, como un motor de creatividad y desarrollo comunitario. En especial, ahora y siempre, de cara al futuro: la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos -y en la cultura también-, es lo que nos permitirá avanzar como sociedad.
-¿Barcelona y su área se pueden plantear objetivos compartidos en materia de cultura?
Es evidente y ya se ha demostrado. Programas como Danza Metropolitana, el reciente Manifiesta 15, o la Noche de los Museos, son ejemplos de cómo propuestas culturales transversales, con múltiples centros de interés y localizaciones, pueden atraer a un gran número de personas y hacerlas participar, incluso en torno a temáticas innovadoras.
La riqueza es un parámetro mucho más importante que la centralidad a la hora de definir una cultura metropolitana, es totalmente lógico. Y que los objetivos son compartidos, también es una evidencia: a más difusión cultural, una sociedad más rica, formada y participativa.
-¿Cuál puede ser la aportación específica de Cornellà de Llobregat y del Baix Llobregat?
En Cornellà somos muy conscientes de la importancia de la cultura en la inclusión y la cohesión social. La ciudad se desarrolló rápidamente desde una realidad agrícola a una industrial, y el crecimiento demográfico de mediados del siglo XX fue aún más rápido, integrando nuevas formas de expresión cultural de acuerdo con los orígenes de la población. Ahora hay que rehuir los tópicos, estas expresiones ya forman parte de la realidad metropolitana; y no es necesaria la misma precipitación a la hora de plantear qué pueden aportar las ciudades al mundo cultural.
Como ciudad de personas trabajadoras, Cornellà se ha caracterizado por defender un modelo que nos permitiera democratizar la cultura y llevarla a todos los rincones de la ciudad. Todo el mundo hace más suya una idea cultural si la tiene en su barrio, en su calle. En el caso de las propuestas escénicas, también: debe haber equilibrio con lo que se queda en las salas y lo que se hace en espacios abiertos, como es el caso, por ejemplo, del Festival Internacional de Payasos, que ha celebrado su 40 aniversario este pasado 2024.
En Cornellà hemos hecho una apuesta también por la lectura, creando una red de cinco bibliotecas que funcionan también como espacios de formación y difusión cultural, y trabajamos actualmente en que Can Bagaria, una antigua fábrica textil, se convierta en un polo de atracción cultural a escala metropolitana, ya que tiene los espacios y las potencialidades para que sea así.
Por Rafael Pradas, periodista
En la perspectiva de fijarnos en las transformaciones que vive Barcelona, a pocos años de conmemorar el centenario de un hecho tan trascendental en la vida de la ciudad como fue la Exposición Internacional de 1929, centramos la mirada en este número de RethinkBCN en el ámbito de la cultura que traspasa, no sin dificultades, los límites territoriales de Barcelona para convertirse progresivamente en una realidad metropolitana.
La celebración del festival Manifiesta 15 con escenarios en diversos ámbitos metropolitanos (Barcelona, El Prat de Llobregat, Sant Cugat del Vallès, Granollers, L’Hospitalet, Cornellà, Mataró, Terrassa, Sabadell, Sant Adrià de Besòs) con las Tres Chimeneas como imagen icónica ha servido para subrayar la dimensión metropolitana de la cultura, poniendo en valor la importancia de iniciativas pioneras, aunque todavía limitadas, como la Noche de los Museos o el festival Danza Metropolitana y que abren la puerta a colaboraciones más amplias, a la creación efectiva de una comunidad cultural metropolitana.
Creación y consumo definen la dualidad de la cultura de Barcelona
Más de 175.000 personas trabajan, sólo en el estricto término municipal, en el sector de las industrias creativas que incluye un amplio abanico de actividades tradicionales (de la arquitectura a la edición, las artes escénicas o la música) y otras más nuevas como las relacionadas con el software, los videojuegos, la realidad aumentada, la IA o la edición electrónica. Habría que añadir el peso que estas actividades tienen en diferentes ciudades metropolitanas (L’Hospitalet, Terrassa, Sabadell, El Prat de Llobregat, Granollers, etcétera).
Barcelona, con una constelación de más de 325 centros culturales, ofrece datos espectaculares: museos y centros de exposiciones reciben anualmente más de 13 millones de visitas, se venden 3 M de entradas de teatro y 3,5 de cine, se calcula que más de 3 millones de personas participan en actividades populares y las bibliotecas reciben 5,6 millones de visitas.
Todos estos datos no se explicarían suficientemente bien sin tener en cuenta el peso del turismo y del público procedente del área, la región metropolitana y del conjunto de Cataluña.
Sin embargo, todavía hay importantes sectores de población que quedan fuera, habitualmente, del consumo cultural. La nueva hoja de ruta del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB) de 2022 («Compromiso Metropolita 2030») quiere superar los límites del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Entre los retos de «la ciudad de los 5 millones», figura el objetivo de aumentar un 10 % la participación de la población en la vida cultural. ¿Cómo? Reforzando el rol social de la cultura a través del impulso de los derechos culturales y de políticas que promuevan el aumento de la participación cultural: tejido asociativo y cultural de proximidad para poder actuar desde barrios y municipios. En la misma línea, la Encuesta de Derechos Culturales del Instituto de Cultura de Barcelona de 2022 señalaba factores determinantes a la hora de acceder a la cultura: el barrio con su conjunto de instituciones (tejido asociativo, centros cívicos o ateneos, biblioteca, escuela, instituto…) y el entorno familiar.
Una cuestión más: los principales partidos políticos presentes en Barcelona en el debate sobre políticas culturales celebrado en vísperas de las elecciones municipales de 2023 apostaron por un consejo metropolitano de la cultura.
Nos interesa conocer el posicionamiento de las administraciones locales sobre la cultura con perspectiva metropolitana a través de voces que representan la compleja realidad. Ofrecemos en esta primera entrega la opinión del concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona Xavier Marcé y del alcalde de Cornellà Antonio Balmón que es, a la vez, vicepresidente ejecutivo del Área Metropolitana de Barcelona.
Xavier Marcé, concejal de Cultura e Industrias Creativas de Barcelona: La cultura traspasa las fronteras administrativas
El concejal de Cultura e Industrias Creativas del Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Marcé tiene una experiencia de más de 30 años en el sector tanto en el ámbito público como en el privado.
En la entrevista a Rethink BCN realizada por Pep Marti y publicada el 7 de noviembre de 2024 pasaba revista a los retos culturales de Barcelona teniendo en cuenta el escenario de 2029, centenario de la Exposición Internacional de Barcelona. Estos son los elementos sustanciales relacionados con los grandes proyectos municipales en materia de cultura que tienen una clara dimensión metropolitana:
CENTENARIO DE 1929, MONTJUÏC. Montjuïc es un lugar especial para la ciudad: es una montaña que es claramente un parque metropolitano. Y, por lo tanto, es un espacio que aglutina una mirada hacia El Baix Llobregat, tal como el cauce del Bessos lo hace hacia El Maresme. En Montjuïc hay unos espacios de la Feria que hay que remodelar y hay que afrontar la ampliación del MNAC. Existe la idea, con el Pabellón Alfonso XII, de un nuevo Palacio de Congresos. Hay que conectar mejor Montjuïc y el Paralelo, y abrir un espacio que permita por la calle Lleida entrar de otra manera en Montjuïc. Debemos repensar todo el sistema de movilidad de la montaña para reforzar su papel como gran espacio de cultura, de deportes y de ocio.
EN ESTE ENTORNO, EL MNAC. Estamos trabajando en el proyecto de ampliación del MNAC. El MNAC está adscrito a la Generalitat, que es quien lidera el proyecto, pero nos implica como Ayuntamiento en la medida en que formamos parte del museo, al igual que el Ministerio de Cultura, y en la medida en que se convierte en una pieza central de la remodelación de Montjuïc.
SOBRE LA «COMUNIDAD CULTURAL METROPOLITANA». Más allá de las fronteras administrativas entre las ciudades, hay ciertos elementos que las traspasan. La cultura es uno de ellos. La circulación de públicos es una evidencia. ¿Cuál es el problema? Que los públicos culturales tienden a ir de fuera hacia adentro y poco de adentro hacia fuera. Es evidente que mucha gente del área metropolitana viene a consumir cultura en Barcelona y más difícilmente la gente de Barcelona va a estos otros lugares metropolitanos. Es una realidad injusta desde el punto de vista cultural para que nos perdamos poner en valor propuestas que son muy valiosas, aunque no tengan una aparente centralidad.
INICIATIVAS EN ESTE SENTIDO. Comenzamos hace seis años con el Festival de Danza Metropolitana, que organizan ocho o nueve ayuntamientos. La Noche de los Museos es otra acción que se esparce de manera coordinada por todo el área metropolitana. Y Manifiesta es otra propuesta que ha tenido claramente esta vocación y se plasma en doce ciudades.
BALANCE DE MANIFIESTA 15, Aparte de visualizar exposiciones de artistas importantes, en Barcelona han venido más de 300 críticos internacionales, hemos estado presentes en todas las revistas de arte del mundo, Barcelona es observada en estos momentos por la crítica internacional en términos artísticos. Todo esto es el corto plazo. Ahora, tenemos que pensar en el largo plazo. ¿Cuál es el largo plazo del Manifiesta? Lo más importante es que ha permitido poner en valor un conjunto de espacios que probablemente no se hubieran abierto con tanta rapidez a la ciudadanía. El caso de las Tres Chimeneas, por ejemplo. O la Casa Juncosa del Prat, o romper las miradas estrictamente locales sobre otros espacios que tienen una lógica metropolitana, como Can Trinxet de L’Hospitalet, como la Prisión de Mataró, poner en valor Ca n’Estruch en Sabadell, etcétera.
EL MACBA EN LA PERSPECTIVA 2029. Su futuro crecimiento está bien enfocado (…) El MACBA es una pieza determinante para mantener la vitalidad del Raval. El Raval, a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades, no es un espacio que se haya desertizado sino que es un ámbito vivido por los ciudadanos, con ofertas culturales de primera magnitud: tenemos la Universidad, el MACBA, el CCCB, muchos teatros, la Filmoteca, el Taller de Musics y multitud de asociaciones de todo tipo.
LAS TRES CHIMENEAS. Las Tres Chimeneas es un lugar extraordinario. Cuando hablamos de las Tres Chimeneas no lo hacemos sólo de un edificio, sino de un espacio mucho más grande, con la posibilidad de hacer un parque empresarial delante, y también una zona residencial. Por lo tanto, es un nombre que define un polígono muy extenso. Hay una idea que ha cogido fuerza, con una dotación importante de la Generalidad, que es la creación en su entorno del hub audiovisual de Cataluña. Pensamos que, hoy en día, cuando hablamos de un hub audiovisual no lo hacemos siquiera en el campo del cine o de las series de televisión; hablamos de videojuegos, de arte virtual, de todos los nuevos escenarios del audiovisual.
SITUACIÓN DEL TEATRO EN BARCELONA Y MADRID. En Barcelona hay casi bien 50 espacios teatrales, pero solo hay dos públicos. En Madrid hay once o doce. En Madrid hay diez teatros de mil plazas con escenarios grandes. Esto hace que sea muy difícil un cierto tipo de espectáculos para todos o que lleven a grandes éxitos. Tiene una virtud y es que el teatro alternativo o de investigación aquí ha sido más exitoso que en Madrid. Pero al no ser una capital de estado, ese poso patrimonial que el tiempo ha dejado en grandes teatros en Barcelona no lo tenemos o se ha ido perdiendo. En el Paralelo había algunos y también algunos cines habían sido teatros. Alguno se ha recuperado, como el Coliseum. Faltan espacios donde la caja escénica y el número de butacas permita un tipo de actividad teatral que probablemente crearía mucho más público. El interés por el teatro existe. Es el año que se han vendido más entradas en toda la historia: tres millones.
Antonio Balmon, alcalde de Cornellà de Llobregat y vicepresidente ejecutivo del Área Metropolitana de Barcelona
Alcalde de Cornellà de Llobregat desde 2004 es vicepresidente ejecutivo del Área Metropolitana de Barcelona desde 2010. Su opinión asocia sin duda la doble dimensión local y territorial.
Con más de 90.000 habitantes, Cornellà de Llobregat ha jugado un papel determinante en la configuración de la realidad metropolitana por sus características económicas, sociales, sindicales y culturales a la vez que se ha convertido, de hecho, en eje vertebrador de una comarca tan diversa y con tanta personalidad como es el Baix Llobregat.
Le hemos planteado estas cuestiones:
-¿Cuáles son los grandes retos del sector cultural en los próximos años?
Sentimos que, en Cornellà, como en cualquier ciudad de sus características, se hace cultura. Continuamente, no sólo gracias al impulso público, sino también, y en especial, gracias al talento de las personas que viven en él. Pero sí es posible hacerla más abierta, darle más difusión y capacidad de transmisión.
Para avanzar en este ámbito de manera integrada y coordinada en la metrópoli se deberían partir de unas políticas conjuntas de públicos y audiencias; también serían útiles herramientas de comunicación y difusión cultural metropolitanas; y plantear políticas económicas de ayudas y subvenciones culturales de alcance metropolitano, que permitan una gestión horizontal de las políticas culturales siguiendo un modelo de cooperación y codiseño efectivo entre las administraciones públicas y las entidades ciudadanas.
-¿Cuál es el papel de las ciudades metropolitanas como generadoras y difusoras de cultura?
La cultura ya está, ya se está generando… el talento está, las personas están… Por lo tanto, es obvio que las ciudades tienen un papel, no sólo como plataforma de lanzamiento para acompañar los primeros pasos del talento creador, sino también como escenario de cualquier propuesta de gran alcance.
Hay que articular propuestas que den relevancia a las ciudades del entorno metropolitano, no por el hecho de sobresalir unas sobre otras, sino porque la dimensión del AMB permite que haya múltiples centralidades.
Entendemos la cultura, además, como un motor de creatividad y desarrollo comunitario. En especial, ahora y siempre, de cara al futuro: la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos -y en la cultura también-, es lo que nos permitirá avanzar como sociedad.
-¿Barcelona y su área se pueden plantear objetivos compartidos en materia de cultura?
Es evidente y ya se ha demostrado. Programas como Danza Metropolitana, el reciente Manifiesta 15, o la Noche de los Museos, son ejemplos de cómo propuestas culturales transversales, con múltiples centros de interés y localizaciones, pueden atraer a un gran número de personas y hacerlas participar, incluso en torno a temáticas innovadoras.
La riqueza es un parámetro mucho más importante que la centralidad a la hora de definir una cultura metropolitana, es totalmente lógico. Y que los objetivos son compartidos, también es una evidencia: a más difusión cultural, una sociedad más rica, formada y participativa.
-¿Cuál puede ser la aportación específica de Cornellà de Llobregat y del Baix Llobregat?
En Cornellà somos muy conscientes de la importancia de la cultura en la inclusión y la cohesión social. La ciudad se desarrolló rápidamente desde una realidad agrícola a una industrial, y el crecimiento demográfico de mediados del siglo XX fue aún más rápido, integrando nuevas formas de expresión cultural de acuerdo con los orígenes de la población. Ahora hay que rehuir los tópicos, estas expresiones ya forman parte de la realidad metropolitana; y no es necesaria la misma precipitación a la hora de plantear qué pueden aportar las ciudades al mundo cultural.
Como ciudad de personas trabajadoras, Cornellà se ha caracterizado por defender un modelo que nos permitiera democratizar la cultura y llevarla a todos los rincones de la ciudad. Todo el mundo hace más suya una idea cultural si la tiene en su barrio, en su calle. En el caso de las propuestas escénicas, también: debe haber equilibrio con lo que se queda en las salas y lo que se hace en espacios abiertos, como es el caso, por ejemplo, del Festival Internacional de Payasos, que ha celebrado su 40 aniversario este pasado 2024.
En Cornellà hemos hecho una apuesta también por la lectura, creando una red de cinco bibliotecas que funcionan también como espacios de formación y difusión cultural, y trabajamos actualmente en que Can Bagaria, una antigua fábrica textil, se convierta en un polo de atracción cultural a escala metropolitana, ya que tiene los espacios y las potencialidades para que sea así.
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