¿CÓMO VE USTED EL FUTURO DEL ÀMBITO METROPOLITANO (ÀREA Y REGIÓN) DE BARCELONA?

Comenzamos el nuevo ciclo de BCN Diàlogos con las respuestas de Pere Navarro, Isabela de Renteria y Pere Macias

Por Rafael Pradas
¿Cómo ve usted el futuro del ámbito metropolitano (área y región) de Barcelona?

Pere Navarro: «Podemos ser una capital de progreso y de oportunidades»
Licenciado en Biología. Delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona. Ha sido alcalde de Terrassa.

Hoy tenemos que pensar más en términos de región que de área. La región metropolitana de Barcelona ya tiene el tamaño adecuado para ejercer muchas capitalidades en el ámbito europeo, pero también en el mundo global en el que vivimos.
Cinco millones de habitantes conviven en 324.500 hectáreas de las cuales 188.000 son espacios naturales protegidos y 59.000 es suelo agrícola. Esto quiere decir que las actividades que se desarrollan también preservan el entorno físico.
Cuando hablamos de muchas capitalidades lo hacemos en referencia a todos los aspectos, como la cultura, la educación a todos los niveles, la seguridad, el impulso de la nueva economía y de la industria 4.0, la presencia de infraestructuras viarias, portuarias, ferroviarias y aeroportuarias.  Estas seguramente mejorables, pero ya están.
Por lo tanto, si nos lo creemos y vamos juntos, podemos ser una capital de progreso, oportunidades y calidad de vida.

Isabela de Renteria Cano: «Relacionar lugares, conectar individuos»
Arquitecta y Profesora de la Escuela de Arquitectura la Salle-Universidad Ramon Llull

El área metropolitana debe continuar relacionando lugares y conectando individuos, fomentando el intercambio y alimentando una economía diversa, con una amplia oferta de posibilidades vitales. En el ADN de la Metrópoli, pues, está la oportunidad, y como dice Jane Jacobs en su libro Dark age ahead (Tiempos oscuros por venir), una mayor eficiencia a la hora de dar oportunidades produce ganancias culturales. Por el contrario, toda cultura que rechaza los valores que la han hecho competente y adaptable se debilita.
Además, cada día, los problemas que nos afectan son de un ámbito mayor: están relacionados con servicios e infraestructuras, con el medio ambiente, la protección del territorio, la salud y una infinidad de temas por abordar, que van entretejiendo más y más nuestra mutua dependencia dentro de la región metropolitana.

Pere Macias: «La movilidad es la clave del futuro metropolitano»
Ingeniero de caminos. Coordinador del Plan de Cercanías de Cataluña. Ha sido alcalde de Olot y consejero de Medio Ambiente y de Política Territorial y Obras Públicas.

La movilidad constituye hoy el gran reto que tienen las metrópolis. En  el modelo actual de empleo del territorio quien sepa resolver la accesibilidad en términos de eficiencia y sostenibilidad tiene la partida ganada.
A Barcelona le hace falta un aumento sustancial de la capacidad del transporte público para disminuir la cifra de más de un millón de desplazamientos de conexión al día, que provocan congestión y contaminación en la ciudad. Por suerte, cuenta con cuatro grandes proyectos que entrarán en servicio en los próximos años: L9 del Metro, prolongación de los FGC de plaza de España en Gràcia, conexión tranviaria por la Diagonal y las grandes inversiones del Plan de Cercanías, aportando una oferta superior a los 600.000 viajes diarios. En contadas ocasiones una ciudad goza de una oportunidad como esta, capaz de garantizar la movilidad sostenible, a la vez que permite recuperar espacio público y contribuye a dinamizar el tejido productivo. ¡Podemos, por tanto, ser optimistas!

Por Rafael Pradas

¿Cómo ve usted el futuro del ámbito metropolitano (área y región) de Barcelona?

Pere Navarro: «Podemos ser una capital de progreso y de oportunidades»
Licenciado en Biología. Delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona. Ha sido alcalde de Terrassa.

Hoy tenemos que pensar más en términos de región que de área. La región metropolitana de Barcelona ya tiene el tamaño adecuado para ejercer muchas capitalidades en el ámbito europeo, pero también en el mundo global en el que vivimos.
Cinco millones de habitantes conviven en 324.500 hectáreas de las cuales 188.000 son espacios naturales protegidos y 59.000 es suelo agrícola. Esto quiere decir que las actividades que se desarrollan también preservan el entorno físico.
Cuando hablamos de muchas capitalidades lo hacemos en referencia a todos los aspectos, como la cultura, la educación a todos los niveles, la seguridad, el impulso de la nueva economía y de la industria 4.0, la presencia de infraestructuras viarias, portuarias, ferroviarias y aeroportuarias.  Estas seguramente mejorables, pero ya están.
Por lo tanto, si nos lo creemos y vamos juntos, podemos ser una capital de progreso, oportunidades y calidad de vida.

Isabela de Renteria Cano: «Relacionar lugares, conectar individuos»
Arquitecta y Profesora de la Escuela de Arquitectura la Salle-Universidad Ramon Llull

El área metropolitana debe continuar relacionando lugares y conectando individuos, fomentando el intercambio y alimentando una economía diversa, con una amplia oferta de posibilidades vitales. En el ADN de la Metrópoli, pues, está la oportunidad, y como dice Jane Jacobs en su libro Dark age ahead (Tiempos oscuros por venir), una mayor eficiencia a la hora de dar oportunidades produce ganancias culturales. Por el contrario, toda cultura que rechaza los valores que la han hecho competente y adaptable se debilita.
Además, cada día, los problemas que nos afectan son de un ámbito mayor: están relacionados con servicios e infraestructuras, con el medio ambiente, la protección del territorio, la salud y una infinidad de temas por abordar, que van entretejiendo más y más nuestra mutua dependencia dentro de la región metropolitana.

Pere Macias: «La movilidad es la clave del futuro metropolitano»
Ingeniero de caminos. Coordinador del Plan de Cercanías de Cataluña. Ha sido alcalde de Olot y consejero de Medio Ambiente y de Política Territorial y Obras Públicas.

La movilidad constituye hoy el gran reto que tienen las metrópolis. En  el modelo actual de empleo del territorio quien sepa resolver la accesibilidad en términos de eficiencia y sostenibilidad tiene la partida ganada.
A Barcelona le hace falta un aumento sustancial de la capacidad del transporte público para disminuir la cifra de más de un millón de desplazamientos de conexión al día, que provocan congestión y contaminación en la ciudad. Por suerte, cuenta con cuatro grandes proyectos que entrarán en servicio en los próximos años: L9 del Metro, prolongación de los FGC de plaza de España en Gràcia, conexión tranviaria por la Diagonal y las grandes inversiones del Plan de Cercanías, aportando una oferta superior a los 600.000 viajes diarios. En contadas ocasiones una ciudad goza de una oportunidad como esta, capaz de garantizar la movilidad sostenible, a la vez que permite recuperar espacio público y contribuye a dinamizar el tejido productivo. ¡Podemos, por tanto, ser optimistas!

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