¿CÓMO VE USTED EL FUTURO DEL ÁMBITO METROPOLITANO (ÁREA Y REGIÓN) DE BARCELONA?

El abogado Miquel Roca, Presidente de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País; el economista Andreu Morillas, ex secretario de Economía de la Generalitat y la socióloga Consol Prados, exdiputada en el Parlamento de Cataluña, responden la pregunta por el porvenir de la Metrópolis en la tercera entrega de la encuesta del ciclo BCN Diálogos.

Por Rafael Pradas

Miquel Roca: Falta dar forma a la institucionalización del área metropolitana.
Abogado. Presidente de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País. Presidió la comisión redactora del informe de revisión de la organización territorial de Cataluña. Ponente de la Constitución y el Estatuto.

El futuro de Barcelona está indisolublemente ligado al de su metrópoli. Económicamente, culturalmente, socialmente, Barcelona ya es su realidad metropolitana y la falta de reconocimiento institucional de esta realidad la está perjudicando de manera evidente. Nuestros servicios son o deben ser metropolitanos; el futuro de nuestras grandes infraestructuras está ligado a su implementación metropolitana; y esto es así en todos los campos de su acción política y social.

Nos falta dar forma institucional a esta realidad. Es urgente. Quizá, también, complicado; pero eso no es excusa para no trabajar en esa dirección. La división competencial y administrativa perjudica la fuerza de la metrópoli. Perjudica sus ciudadanos; perjudica a Cataluña y, también, a toda España.

Si estamos de acuerdo, ¿por qué no avanzar en la solución? Nada justifica, en este momento, no hacerlo.

 

Andreu Morillas: Hay que dar forma a la realidad de la región metropolitana
Economista. Ha sido secretario de Economía de la Generalitat y el Síndic de Comptes, decano del Colegio de Economistas de Cataluña y secretario general del Círculo de Economía.

Hay errores políticos que cuestan mucho corregir y que tienen consecuencias más allá de la intención inicial. Uno de ellos es la eliminación de la Corporación Metropolitana (CMB) en 1987. Los problemas que se esconden no desaparecen y hoy nos encontramos con la necesidad de dar forma a la realidad de un área metropolitana que va más allá de la actual de los 36 municipios, que restauró parcialmente aquel error en 2010 veintitrés años después.

La gran área de 160 municipios y 5,2 millones de habitantes se sitúa como una de las principales áreas metropolitanas de Europa y con un lugar preeminente en el Mediterráneo.  En el mundo actual, la competencia económica se sitúa al nivel de estas metrópolis y cuando la tienes, no puedes prescindir de ella. Hay que dar forma a esta realidad y dotarla de una gobernanza adecuada para poder encarar los problemas infraestructurales, sociales, tecnológicos, industriales, medioambientales etc., que permita un crecimiento equilibrado y desarrolle sus potencialidades.

 

Consol Prados: La segunda corona metropolitana reclama participar en las decisiones del conjunto del territorio
Socióloga, consultora en políticas sociales y urbanas. Ha sido concejala en el Ayuntamiento de Mataró y diputada en el Parlamento de Cataluña

 El área metropolitana de Barcelona, con 3,2 millones de personas, cuenta con un marco jurídico propio, la ley de 2010, así como diversos instrumentos de coordinación y gestión.

Las grandes transformaciones actuales impactan sobre el territorio superando la delimitación administrativa. La mirada y la gestión de los impactos deben ser supramunicipales. Habría que seguir profundizando en la gobernanza, en las respuestas a los retos comunes, en espacios de deliberación y toma de decisiones compartidas… habría que reflexionar también sobre el nivel competencial de las diferentes administraciones que hay en el territorio.

Por otra parte, hace tiempo que dura el debate de la Región Metropolitana. Un territorio con 5,2 millones de habitantes y una red de ciudades medias importantes. Estas ciudades de la segunda corona reclaman poder participar en las decisiones del conjunto del territorio y en los mecanismos para fortalecerlo.

Tenemos retos comunes que requieren respuestas colectivas, como la vivienda, las desigualdades (social y territorial), la regeneración urbana, el derecho a la ciudad, o el desarrollo sostenible.

Por Rafael Pradas

Miquel Roca: Falta dar forma a la institucionalización del área metropolitana.
Abogado. Presidente de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País. Presidió la comisión redactora del informe de revisión de la organización territorial de Cataluña. Ponente de la Constitución y el Estatuto.

El futuro de Barcelona está indisolublemente ligado al de su metrópoli. Económicamente, culturalmente, socialmente, Barcelona ya es su realidad metropolitana y la falta de reconocimiento institucional de esta realidad la está perjudicando de manera evidente. Nuestros servicios son o deben ser metropolitanos; el futuro de nuestras grandes infraestructuras está ligado a su implementación metropolitana; y esto es así en todos los campos de su acción política y social.

Nos falta dar forma institucional a esta realidad. Es urgente. Quizá, también, complicado; pero eso no es excusa para no trabajar en esa dirección. La división competencial y administrativa perjudica la fuerza de la metrópoli. Perjudica sus ciudadanos; perjudica a Cataluña y, también, a toda España.

Si estamos de acuerdo, ¿por qué no avanzar en la solución? Nada justifica, en este momento, no hacerlo.

Andreu Morillas: Hay que dar forma a la realidad de la región metropolitana
Economista. Ha sido secretario de Economía de la Generalitat y el Síndic de Comptes, decano del Colegio de Economistas de Cataluña y secretario general del Círculo de Economía.

Hay errores políticos que cuestan mucho corregir y que tienen consecuencias más allá de la intención inicial. Uno de ellos es la eliminación de la Corporación Metropolitana (CMB) en 1987. Los problemas que se esconden no desaparecen y hoy nos encontramos con la necesidad de dar forma a la realidad de un área metropolitana que va más allá de la actual de los 36 municipios, que restauró parcialmente aquel error en 2010 veintitrés años después.

La gran área de 160 municipios y 5,2 millones de habitantes se sitúa como una de las principales áreas metropolitanas de Europa y con un lugar preeminente en el Mediterráneo.  En el mundo actual, la competencia económica se sitúa al nivel de estas metrópolis y cuando la tienes, no puedes prescindir de ella. Hay que dar forma a esta realidad y dotarla de una gobernanza adecuada para poder encarar los problemas infraestructurales, sociales, tecnológicos, industriales, medioambientales etc., que permita un crecimiento equilibrado y desarrolle sus potencialidades.

Consol Prados: La segunda corona metropolitana reclama participar en las decisiones del conjunto del territorio
Socióloga, consultora en políticas sociales y urbanas. Ha sido concejala en el Ayuntamiento de Mataró y diputada en el Parlamento de Cataluña

 El área metropolitana de Barcelona, con 3,2 millones de personas, cuenta con un marco jurídico propio, la ley de 2010, así como diversos instrumentos de coordinación y gestión.

Las grandes transformaciones actuales impactan sobre el territorio superando la delimitación administrativa. La mirada y la gestión de los impactos deben ser supramunicipales. Habría que seguir profundizando en la gobernanza, en las respuestas a los retos comunes, en espacios de deliberación y toma de decisiones compartidas… habría que reflexionar también sobre el nivel competencial de las diferentes administraciones que hay en el territorio.

Por otra parte, hace tiempo que dura el debate de la Región Metropolitana. Un territorio con 5,2 millones de habitantes y una red de ciudades medias importantes. Estas ciudades de la segunda corona reclaman poder participar en las decisiones del conjunto del territorio y en los mecanismos para fortalecerlo.

Tenemos retos comunes que requieren respuestas colectivas, como la vivienda, las desigualdades (social y territorial), la regeneración urbana, el derecho a la ciudad, o el desarrollo sostenible.

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