EL DESAFÍO EDUCATIVO DE LA BARCELONA METROPOLITANA 3
En la tercera y última entrega de la serie del periodista Rafael Pradas sobre la educación y la metrópolis recogemos las aportaciones de Sara Berbel Sánchez, presidenta ejecutiva de la Fundación BCN Formación Profesional, y del político y empresario Joan Puigcercós, que se fija en la experiencia de la escuela ENTI-UB
por Rafael Pradas, periodista
En la última entrega sobre los retos y oportunidades de la metrópolis abordamos cuestiones relacionadas con la Formación Profesional y con las enseñanzas post obligatorias, cuestiones que tienen que ver también con la necesidad de dar respuesta a las necesidades del tejido productivo y a la vez con la colaboración entre el sector público y la iniciativa privada.
Contamos con dos opiniones relevantes. Por un lado, Sara Berbel Sánchez presidenta ejecutiva de la Fundación BCN Formación Profesional, creada por el ayuntamiento en 2006 con la misión de participar en el desarrollo socioeconómico de la ciudad y el área metropolitana. Doctora en Psicología Social y postgraduada en Análisis y Conducción de Grupos por la UB, entre muchas otras responsabilidades, ha sido gerente del Ayuntamiento de Barcelona, directora general de Barcelona Activa y directora general de Igualdad de Oportunidades en el Departamento de Trabajo de la Generalitat.
Por otra parte, tiene especial interés la aportación de Joan Puigcercós, quien, tras una dilatada carrera política, inició una intensa actividad empresarial en diversos sectores que es relevante por sí misma y por su interés en generar sinergias a través de la colaboración público privada. Su mirada se fija en la experiencia de la escuela ENTI-UB de la que es un referente y su aportación decidida al ecosistema de los videojuegos.
Relevancia de la FP en la Metrópolis Barcelona
Por Sara Berbel, presidenta ejecutiva de la Fundación BCN Formación Profesional
Existe un consenso creciente que sitúa la Formación Profesional (FP) como una de las principales claves para dar respuesta a los retos más evidentes de Barcelona en su vertiente económica y social. Sectores como el tecnológico, sostenibilidad, cuidados, logística, química o la robotización y digitalización de la industria buscan (y no encuentran) profesionales cualificados a diversos niveles capaces de implementar, gestionar y consolidar todos estos retos, que no dejan de ser componentes de una transición más amplia hacia una nueva manera de producir bienes y servicios, pero también de vivir el día a día, consumir y relacionarnos.
El tejido empresarial ha identificado la necesidad creciente de incorporar talento profesionalizado a todo tipo de plantillas y sectores. Su productividad y competitividad depende en gran parte de la capacidad técnica y actualización de sus trabajadora(e)s en un entorno donde la velocidad de los ciclos de innovación y adopción de nuevas tecnologías se incrementa exponencialmente. Es precisamente en este espacio donde la FP asume un rol principal, generando profesionales capaces de encajar en este contexto y aportar valor a la empresa. Y es precisamente por eso, que los graduados en FP (tanto de grado medio como superior) gozan de una situación en el mercado laboral mucho mejor que aquellos colectivos sin estudios o no profesionalizados.
La FP también es importante debido a su impacto en la vertiente social. No sólo genera opciones formativas para todos y nuevos itinerarios que pueden resultar de mucha utilidad para diversos colectivos para insertarse o mejorar sus condiciones en el mercado de trabajo, sino que también se ha demostrado útil para combatir la segregación social o fenómenos como el abandono escolar. Esta perspectiva se está potenciando desde los diversos ámbitos de gobernanza, focalizando muchos esfuerzos y generando nuevas oportunidades. Por otro lado, la FP puede contribuir a combatir la segregación por razón de género entre aquellas titulaciones tecnológicas donde predominan chicos, y las vinculadas a cuidados donde predominan chicas. Se realizan acciones de orientación y diversas campañas focalizadas al despertar vocaciones e interés entre chicos y chicas con el objetivo de contribuir a mitigar la segregación horizontal, la cual afecta al conjunto de la sociedad generando, entre otros problemas, un diferente acceso al mercado de trabajo de chicos y chicas.
¿Qué retos afronta la FP?
A pesar de su potencial, la FP se enfrenta a varios retos a corto y medio plazo. Una vez rechazada, en gran parte, la percepción de la FP como una «opción de segunda», percepción en la que no podemos dejar de trabajar, detectamos como retos principales la capacidad de actualización del sistema, especialmente en aquellos entornos más tecnológicos, la generación de profesorado especializado y la mejora del acceso a los estudios de FP. Con la digitalización y la llegada de elementos disruptivos como la inteligencia artificial, la FP debe evolucionar rápidamente para no quedar obsoleta. Esto implica flexibilidad en los currículos y una actualización continua de las competencias que se enseñan. Es necesaria una FP dinámica, capaz de introducir con agilidad nuevos módulos en áreas como la programación, el big data o la energía sostenible. Para afrontar este reto, una de las primeras medidas debería ser la inversión en infraestructuras educativas y tecnológicas. Se debe contar con equipamientos modernos y profesorado formado en las últimas tendencias tecnológicas.
Por otro lado, es necesario garantizar un mejor acceso a la FP impulsando medidas que amplíen la oferta formativa, especialmente de la vertiente pública, con el fin de no generar desigualdades y no reducir las opciones del alumnado en situación de mayor vulnerabilidad. Estamos asistiendo a un incremento de la demanda de la FP por parte de jóvenes y no tan jóvenes, y creo que todo el mundo es consciente de que al sistema le está costando adaptarse al nuevo contexto. La generación de nueva oferta formativa se está potenciando a escala de país y se encuentra en fase de desarrollo con un nuevo criterio que es el de especializar centros y zonas territoriales en sectores productivos concretos. En este sentido, soy conocedora de primera mano de que este trabajo se desarrolla con el objetivo doble de dar respuesta tanto a los criterios de elección y preferencia del alumnado como a las necesidades específicas del tejido productivo.
Berbel: «Hay que garantizar un mejor acceso a la FP impulsando medidas que amplíen la oferta formativa, especialmente de la vertiente pública, con el fin de no generar desigualdades y no reducir las opciones del alumnado en situación de mayor vulnerabilidad.» |
L’empresa, actor fundamental
Finalmente, es necesario visualizar la empresa como actor fundamental para hacer de la FP una herramienta eficaz. La colaboración entre los centros educativos y el tejido empresarial debe ser más estrecha. Empresas de todos los sectores deben participar en el diseño de los currículos formativos para asegurar que las competencias que se enseñan sean realmente útiles para la(o)s trabajadora(e)s futuros. Esta colaboración es especialmente relevante en sectores altamente dinámicos como el desarrollo de software, la biotecnología o la energía verde.
Así, las estancias del alumnado en la empresa no se limitan a una simple cuestión temporal y de trámite, sino que se convierten en un puente directo hacia el empleo. Para finalizar, cabe mencionar el papel de la empresa en la nueva FP Dual que está implementando el sistema donde las empresas tienen desde este curso un mayor papel en el itinerario formativo empresarial que el alumnado desarrolla.
Apostar por las enseñanzas digitales
Por Joan Puigcercós, director de operaciones y estrategia de Adelfi y consejero de ENTI-UB
La Escuela de Nuevas Tecnologías Interactivas, escuela universitaria privada y adscrita la Universidad de Barcelona, (ENTI-UB) nació en 2012 para aportar formación, conocimiento e investigación a la incipiente industria del videojuego en Cataluña y especialmente a su capital, Barcelona. La iniciativa del emprendedor y empresario Jordi Roche, que ya había creado con éxito en Girona la Escuela Universitaria de la Salud y el Deporte, y la aportación de conocimiento del sector del Instituto Catalán de Industrias Culturales en aquel momento dirigida por Fèlix Riera, dan lugar a una escuela universitaria que pretende dotar de profesionales y conocimiento a una industria incipiente, pero con un crecimiento rápido y consistente como la del videojuego.
La propuesta recibió la acogida de la Universidad de Barcelona, que permitió la adscripción del grado en diseño y programación de videojuegos. La adscripción a la UB es un paso importante para el sector porque da consistencia al proyecto a través de sus estándares de calidad y prestigio. Y dice mucho del equipo rectoral de aquel momento comandado por Dídac Ramírez que tuvo la visión estratégica de la importancia del sector para Barcelona y Cataluña.
Hoy ENTI-UB ofrece cuatro grados universitarios pioneros en Cataluña como son diseño en videojuegos y juegos aplicados, arte digital, producción de música y sonido para la industria del audiovisual y últimamente ha comenzado el grado en Ciberseguridad con el apoyo de la actual dirección de la UB encabezado por el rector Joan Guàrdia. Asimismo, ENTI-UB también ofrece Formación Profesional en el ámbito del Videojuego y la Ciberseguridad, y diferentes másteres.
Esta iniciativa de ENTI-UB ha sido seguida a posteriori por seis universidades catalanas tanto públicas como privadas, especialmente en el sector del videojuego, creando así una base potente para el crecimiento y consolidación de una industria puntera en Cataluña y referente a nivel internacional. Grandes grupos internacionales del sector como King, UBISOFT o Activision (hoy adquirida por Microsoft) entre muchas otras, se han instalado en Barcelona y su hinterland por el talento de sus profesionales y la experiencia contrastada de empresas catalanas como Social Point, Digital Legends o Novorama por poner sólo tres ejemplos del centenar largo que podríamos citar.
Impulso de la iniciativa privada
ENTI-UB es un ejemplo claro de cómo la iniciativa privada impulsó una propuesta formativa de alto nivel que vino para cubrir la demanda de profesionales de un sector emergente y que ha ido abriendo nuevos caminos en el ámbito digital e informático como son la producción musical y la ciberseguridad.
La iniciativa privada ha sido la impulsora de estos sectores por su flexibilidad y rapidez al adaptarse a las necesidades que exige un sector tan dinámico y cambiante como el digital, pero sin el impulso de la administración catalana y especialmente de la Universidad Barcelona hubiera sido mucho más difícil y lento. Y lo que aún es más importante, hubiéramos creado un modelo sin los filtros de calidad del modelo universitario público catalán, lo que mantiene un nivel de exigencia alto en la docencia y la investigación que repercute muy positivamente en el sector.
El camino que ha hecho ENTI-UB suministrando talento e investigación a uno de los sectores importantes de la industria digital nos guía en algunos de los principales retos para los próximos años. Uno de ellos es aprovechar el cambio demográfico. En estos últimos años el sistema educativo, tanto en primaria como secundaria, ha experimentado una notable reducción de alumnos.
La lógica es evidente, menos natalidad implica menos alumnos. La llegada de inmigrantes que es significativa y constante no compensa esta merma. La bajada irá evolucionando y se estima que en el curso 2027/28 llegará al ámbito de la educación superior, es decir, al universitario. Lo que es un problema para algunos centros, especialmente los concertados, ya que la reducción de alumnos implica a menudo la pérdida de conciertos y líneas, debe convertirse en una oportunidad. La oportunidad debe materializarse en una reducción de la ratio alumnos-profesor, mejorando la atención y calidad educativa, así como las condiciones de trabajo, y el reciclaje de una parte del profesorado hacia el refuerzo de los déficits actuales como son matemáticas y lenguas, así como hacia la mejora en la enseñanza de contenidos tecnológicos.
Más educación en tecnologías
Para Barcelona y su hinterland la industria digital y la de la salud son esenciales en el modelo productivo. Son los sectores con más potencial y reconocimiento internacional. Fruto de esta realidad se captan inversiones, empresas y talento internacional.
Para mejorar y posicionar aún más la ciudad es necesario alimentar este ecosistema con una ciudadanía formada en este marco y lenguaje tecnológico. Es imprescindible adecuar la educación a las nuevas necesidades tecnológicas. En esta línea sería deseable introducir desde primaria la programación como una asignatura común para todos los alumnos. Entender las bases del código y saber un mínimo de programación será fundamental para que nuestro sistema educativo gane en calidad y ofrezca más oportunidades a los alumnos. Con esta apuesta también empezaríamos a enmendar la descompensación de la relación entre hombres y mujeres en la formación universitaria de la ingeniería y las tecnologías de la información.
Es también imperativo poner al día la oferta formativa en el ámbito de la Formación Profesional, en el ámbito sanitario, sociosanitario y tecnológico falta una mayor especialización, más profesores y más plazas. A pesar del esfuerzo de la administración catalana hay que actualizar contenidos y adecuarlos a las necesidades del tren tecnológico y del mercado de trabajo.
por Rafael Pradas, periodista
En la última entrega sobre los retos y oportunidades de la metrópolis abordamos cuestiones relacionadas con la Formación Profesional y con las enseñanzas post obligatorias, cuestiones que tienen que ver también con la necesidad de dar respuesta a las necesidades del tejido productivo y a la vez con la colaboración entre el sector público y la iniciativa privada.
Contamos con dos opiniones relevantes. Por un lado, Sara Berbel Sánchez presidenta ejecutiva de la Fundación BCN Formación Profesional, creada por el ayuntamiento en 2006 con la misión de participar en el desarrollo socioeconómico de la ciudad y el área metropolitana. Doctora en Psicología Social y postgraduada en Análisis y Conducción de Grupos por la UB, entre muchas otras responsabilidades, ha sido gerente del Ayuntamiento de Barcelona, directora general de Barcelona Activa y directora general de Igualdad de Oportunidades en el Departamento de Trabajo de la Generalitat.
Por otra parte, tiene especial interés la aportación de Joan Puigcercós, quien, tras una dilatada carrera política, inició una intensa actividad empresarial en diversos sectores que es relevante por sí misma y por su interés en generar sinergias a través de la colaboración público privada. Su mirada se fija en la experiencia de la escuela ENTI-UB de la que es un referente y su aportación decidida al ecosistema de los videojuegos.
Relevancia de la FP en la Metrópolis Barcelona
Por Sara Berbel, presidenta ejecutiva de la Fundación BCN Formación Profesional
Existe un consenso creciente que sitúa la Formación Profesional (FP) como una de las principales claves para dar respuesta a los retos más evidentes de Barcelona en su vertiente económica y social. Sectores como el tecnológico, sostenibilidad, cuidados, logística, química o la robotización y digitalización de la industria buscan (y no encuentran) profesionales cualificados a diversos niveles capaces de implementar, gestionar y consolidar todos estos retos, que no dejan de ser componentes de una transición más amplia hacia una nueva manera de producir bienes y servicios, pero también de vivir el día a día, consumir y relacionarnos.
El tejido empresarial ha identificado la necesidad creciente de incorporar talento profesionalizado a todo tipo de plantillas y sectores. Su productividad y competitividad depende en gran parte de la capacidad técnica y actualización de sus trabajadora(e)s en un entorno donde la velocidad de los ciclos de innovación y adopción de nuevas tecnologías se incrementa exponencialmente. Es precisamente en este espacio donde la FP asume un rol principal, generando profesionales capaces de encajar en este contexto y aportar valor a la empresa. Y es precisamente por eso, que los graduados en FP (tanto de grado medio como superior) gozan de una situación en el mercado laboral mucho mejor que aquellos colectivos sin estudios o no profesionalizados.
La FP también es importante debido a su impacto en la vertiente social. No sólo genera opciones formativas para todos y nuevos itinerarios que pueden resultar de mucha utilidad para diversos colectivos para insertarse o mejorar sus condiciones en el mercado de trabajo, sino que también se ha demostrado útil para combatir la segregación social o fenómenos como el abandono escolar. Esta perspectiva se está potenciando desde los diversos ámbitos de gobernanza, focalizando muchos esfuerzos y generando nuevas oportunidades. Por otro lado, la FP puede contribuir a combatir la segregación por razón de género entre aquellas titulaciones tecnológicas donde predominan chicos, y las vinculadas a cuidados donde predominan chicas. Se realizan acciones de orientación y diversas campañas focalizadas al despertar vocaciones e interés entre chicos y chicas con el objetivo de contribuir a mitigar la segregación horizontal, la cual afecta al conjunto de la sociedad generando, entre otros problemas, un diferente acceso al mercado de trabajo de chicos y chicas.
¿Qué retos afronta la FP?
A pesar de su potencial, la FP se enfrenta a varios retos a corto y medio plazo. Una vez rechazada, en gran parte, la percepción de la FP como una «opción de segunda», percepción en la que no podemos dejar de trabajar, detectamos como retos principales la capacidad de actualización del sistema, especialmente en aquellos entornos más tecnológicos, la generación de profesorado especializado y la mejora del acceso a los estudios de FP. Con la digitalización y la llegada de elementos disruptivos como la inteligencia artificial, la FP debe evolucionar rápidamente para no quedar obsoleta. Esto implica flexibilidad en los currículos y una actualización continua de las competencias que se enseñan. Es necesaria una FP dinámica, capaz de introducir con agilidad nuevos módulos en áreas como la programación, el big data o la energía sostenible. Para afrontar este reto, una de las primeras medidas debería ser la inversión en infraestructuras educativas y tecnológicas. Se debe contar con equipamientos modernos y profesorado formado en las últimas tendencias tecnológicas.
Por otro lado, es necesario garantizar un mejor acceso a la FP impulsando medidas que amplíen la oferta formativa, especialmente de la vertiente pública, con el fin de no generar desigualdades y no reducir las opciones del alumnado en situación de mayor vulnerabilidad. Estamos asistiendo a un incremento de la demanda de la FP por parte de jóvenes y no tan jóvenes, y creo que todo el mundo es consciente de que al sistema le está costando adaptarse al nuevo contexto. La generación de nueva oferta formativa se está potenciando a escala de país y se encuentra en fase de desarrollo con un nuevo criterio que es el de especializar centros y zonas territoriales en sectores productivos concretos. En este sentido, soy conocedora de primera mano de que este trabajo se desarrolla con el objetivo doble de dar respuesta tanto a los criterios de elección y preferencia del alumnado como a las necesidades específicas del tejido productivo.
Berbel: «Hay que garantizar un mejor acceso a la FP impulsando medidas que amplíen la oferta formativa, especialmente de la vertiente pública, con el fin de no generar desigualdades y no reducir las opciones del alumnado en situación de mayor vulnerabilidad.» |
L’empresa, actor fundamental
Finalmente, es necesario visualizar la empresa como actor fundamental para hacer de la FP una herramienta eficaz. La colaboración entre los centros educativos y el tejido empresarial debe ser más estrecha. Empresas de todos los sectores deben participar en el diseño de los currículos formativos para asegurar que las competencias que se enseñan sean realmente útiles para la(o)s trabajadora(e)s futuros. Esta colaboración es especialmente relevante en sectores altamente dinámicos como el desarrollo de software, la biotecnología o la energía verde.
Así, las estancias del alumnado en la empresa no se limitan a una simple cuestión temporal y de trámite, sino que se convierten en un puente directo hacia el empleo. Para finalizar, cabe mencionar el papel de la empresa en la nueva FP Dual que está implementando el sistema donde las empresas tienen desde este curso un mayor papel en el itinerario formativo empresarial que el alumnado desarrolla.
Apostar por las enseñanzas digitales
Por Joan Puigcercós, director de operaciones y estrategia de Adelfi y consejero de ENTI-UB
La Escuela de Nuevas Tecnologías Interactivas, escuela universitaria privada y adscrita la Universidad de Barcelona, (ENTI-UB) nació en 2012 para aportar formación, conocimiento e investigación a la incipiente industria del videojuego en Cataluña y especialmente a su capital, Barcelona. La iniciativa del emprendedor y empresario Jordi Roche, que ya había creado con éxito en Girona la Escuela Universitaria de la Salud y el Deporte, y la aportación de conocimiento del sector del Instituto Catalán de Industrias Culturales en aquel momento dirigida por Fèlix Riera, dan lugar a una escuela universitaria que pretende dotar de profesionales y conocimiento a una industria incipiente, pero con un crecimiento rápido y consistente como la del videojuego.
La propuesta recibió la acogida de la Universidad de Barcelona, que permitió la adscripción del grado en diseño y programación de videojuegos. La adscripción a la UB es un paso importante para el sector porque da consistencia al proyecto a través de sus estándares de calidad y prestigio. Y dice mucho del equipo rectoral de aquel momento comandado por Dídac Ramírez que tuvo la visión estratégica de la importancia del sector para Barcelona y Cataluña.
Hoy ENTI-UB ofrece cuatro grados universitarios pioneros en Cataluña como son diseño en videojuegos y juegos aplicados, arte digital, producción de música y sonido para la industria del audiovisual y últimamente ha comenzado el grado en Ciberseguridad con el apoyo de la actual dirección de la UB encabezado por el rector Joan Guàrdia. Asimismo, ENTI-UB también ofrece Formación Profesional en el ámbito del Videojuego y la Ciberseguridad, y diferentes másteres.
Esta iniciativa de ENTI-UB ha sido seguida a posteriori por seis universidades catalanas tanto públicas como privadas, especialmente en el sector del videojuego, creando así una base potente para el crecimiento y consolidación de una industria puntera en Cataluña y referente a nivel internacional. Grandes grupos internacionales del sector como King, UBISOFT o Activision (hoy adquirida por Microsoft) entre muchas otras, se han instalado en Barcelona y su hinterland por el talento de sus profesionales y la experiencia contrastada de empresas catalanas como Social Point, Digital Legends o Novorama por poner sólo tres ejemplos del centenar largo que podríamos citar.
Impulso de la iniciativa privada
ENTI-UB es un ejemplo claro de cómo la iniciativa privada impulsó una propuesta formativa de alto nivel que vino para cubrir la demanda de profesionales de un sector emergente y que ha ido abriendo nuevos caminos en el ámbito digital e informático como son la producción musical y la ciberseguridad.
La iniciativa privada ha sido la impulsora de estos sectores por su flexibilidad y rapidez al adaptarse a las necesidades que exige un sector tan dinámico y cambiante como el digital, pero sin el impulso de la administración catalana y especialmente de la Universidad Barcelona hubiera sido mucho más difícil y lento. Y lo que aún es más importante, hubiéramos creado un modelo sin los filtros de calidad del modelo universitario público catalán, lo que mantiene un nivel de exigencia alto en la docencia y la investigación que repercute muy positivamente en el sector.
El camino que ha hecho ENTI-UB suministrando talento e investigación a uno de los sectores importantes de la industria digital nos guía en algunos de los principales retos para los próximos años. Uno de ellos es aprovechar el cambio demográfico. En estos últimos años el sistema educativo, tanto en primaria como secundaria, ha experimentado una notable reducción de alumnos.
La lógica es evidente, menos natalidad implica menos alumnos. La llegada de inmigrantes que es significativa y constante no compensa esta merma. La bajada irá evolucionando y se estima que en el curso 2027/28 llegará al ámbito de la educación superior, es decir, al universitario. Lo que es un problema para algunos centros, especialmente los concertados, ya que la reducción de alumnos implica a menudo la pérdida de conciertos y líneas, debe convertirse en una oportunidad. La oportunidad debe materializarse en una reducción de la ratio alumnos-profesor, mejorando la atención y calidad educativa, así como las condiciones de trabajo, y el reciclaje de una parte del profesorado hacia el refuerzo de los déficits actuales como son matemáticas y lenguas, así como hacia la mejora en la enseñanza de contenidos tecnológicos.
Más educación en tecnologías
Para Barcelona y su hinterland la industria digital y la de la salud son esenciales en el modelo productivo. Son los sectores con más potencial y reconocimiento internacional. Fruto de esta realidad se captan inversiones, empresas y talento internacional.
Para mejorar y posicionar aún más la ciudad es necesario alimentar este ecosistema con una ciudadanía formada en este marco y lenguaje tecnológico. Es imprescindible adecuar la educación a las nuevas necesidades tecnológicas. En esta línea sería deseable introducir desde primaria la programación como una asignatura común para todos los alumnos. Entender las bases del código y saber un mínimo de programación será fundamental para que nuestro sistema educativo gane en calidad y ofrezca más oportunidades a los alumnos. Con esta apuesta también empezaríamos a enmendar la descompensación de la relación entre hombres y mujeres en la formación universitaria de la ingeniería y las tecnologías de la información.
Es también imperativo poner al día la oferta formativa en el ámbito de la Formación Profesional, en el ámbito sanitario, sociosanitario y tecnológico falta una mayor especialización, más profesores y más plazas. A pesar del esfuerzo de la administración catalana hay que actualizar contenidos y adecuarlos a las necesidades del tren tecnológico y del mercado de trabajo.
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