REPENSAR LA BARCELONA METRÓPOLIS

En un momento como el actual es más que nunca necesario pararse y pensar hacia dónde queremos ir. La visión de futuro toma más fuerza que nunca en la hora de planificar.

Por Mar Alarcón, fundadora de Social Car y vicepresidenta de Foment del Treball

En un momento como el actual resulta más que nunca necesario pararse y pensar hacia donde queremos ir. Tener una visión de futuro es imprescindible a la hora de planificar. Son muchos los interrogantes que se nos presentan cuando (re)pensamos el significado que queremos dar a la Barcelona Metrópoli de mañana y los conceptos alrededor de los cuales queremos articularla. Como en cualquier proceso de re-modelado es bueno entender de donde venimos para saber hacia donde vamos.

Primero hay que analizar qué significa ser metropolitano y ver cómo se ha construido el área metropolitana para definir posteriormente los factores necesarios para modelar una entidad ciudadana metropolitana. También, cuál creemos que debe ser el alcance de una propuesta de identidad para una ciudad como Barcelona con el objetivo de que ésta configure y lidere la región metropolitana. Por último, debemos identificar los actores que han de actuar y situarse al frente de este cambio para asegurar su realización con el mayor grado de éxito.

Repensamos nuestra ciudad con el objetivo de elaborar un gran proyecto para lograr una cohesión social a partir del fortalecimiento de su tejido empresarial, del empoderamiento de la figura del emprendedor, la creación de empresas para generar más puestos de trabajo y una riqueza sostenible. Hay que elaborar estos objetivos con un compromiso transversal y respetando aspectos prioritarios como son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS, Agenda 2030), la responsabilidad de la Administración, la cohesión social del territorio y la transformación digital.

El significado de ser metropolitano

Las grandes ciudades estan consideradas como uno de los artificios más grandes que ha creado la sociedad moderna, una gran obra de construcción civil que evoluciona a lo largo del tiempo. Un lugar donde se convive con desconocidos con los que aun así se adquiere una extraña familiaridad. Es, así mismo, un bien común que tendríamos que cuidar diseñando, planificando y gestionando con responsabilidad para que sea más accesible, asequible e inclusiva para todo el mundo. No se trata de un ente inmóvil sino en constante evolución. Las decisiones que se toman hoy relativas a una ciudad marcan lo que pueden ser las ventajas o las barreras en el futuro, y más ahora, en uno en un contexto de cambio a una velocidad sin precedentes. Por lo tanto, es imprescindible que los liderazgos de las ciudades sean conscientes, inclusivos y con una clara visión de futuro. Una ciudad como Barcelona, con ambición metropolitana, poco se puede permitir utilizar políticas de ensayo y error, del hacer y deshacer.

“No nos podemos imaginar una Barcelona competitiva empresarialmente sin una área metropolitana muy vertebrada que nos una al resto del territorio y con conectividad internacional”

Breve historia de la construcción del territorio metropolitano

El área Metropolitana de Barcelona (AMB) se crea el año 2011, alcanzando un territorio de 636 km², 36 municipios y más de 3,2 millones de habitantes. Cabe destacar que el área metropolitana de Barcelona es la aglomeración metropolitana más importante y dinámica de la zona Euromediterránea, donde se genera la mitad del PIB de Cataluña.

Barcelona, con más de 2.000 años de historia, no se convirtió en capital hasta hace menos de 300 años. Se ha desarrollado a partir de la evolución histórica y territorial de la metrópolis, sufriendo cambios desde su inicio hasta el día de hoy. Es en el siglo XIX donde podemos observar gran parte de los acontecimientos que nos llevan a la Barcelona que conocemos a la actualidad. Algunos de los precursores de estos cambios fueron el derribo de las murallas antiguas y la donación a la ciudad de la fortaleza de la Ciutadella, cosa que permitió la expansión de la ciudad con el proyecto urbanístico del Eixample, creado por Ildefonso Cerdà, así como la agregación de municipios limítrofes. Concretamente, fue con la Exposición Universal de 1888 cuando se inició una era de optimismo hacia una nueva etapa de progreso y prosperidad.

Más tarde, la Exposición Internacional de 1929 no solo origina una nueva remodelación importante de la ciudad con la Plaza España, Montjuic y sus alrededores, sino que supone un impulso relevante en el ámbito económico y tecnológico, proyectando la industria catalana hacia el exterior y creando la marca Barcelona a nivel internacional. Y así, muchos otros acontecimientos históricos ha ido impactando en el desarrollo de la ciudad actual sin olvidarnos de la celebración de los Juegos Olímpicos en 1992 y todos los cambios que estos generaron a nivel económico, urbanístico, social y de posicionamiento internacional.

Hoy, es en esta área territorial donde surge la oportunidad de potenciar las capacidades y los conocimientos para lograr una mayor presencia a nivel internacional, incrementar la actividad económica, atraer talento y ser líderes en innovación. Me atrevería a decir que deberíamos estar capacitados para celebrar con orgullo el centenario, el próximo 2030, de la Exposición Internacional de 1929.

El actual punto de partida

Barcelona, séptima1 ciudad del mundo con mejor marca, cuenta con un alto reconocimiento internacional por los múltiples factores que la hacen atractiva: la calidad de vida, los atractivos turísticos, la luz, la gente, es una ciudad mediana —de escala humana, se puede recorrer a pie—, densa, diversa, cosmopolita y multicultural. Su propia arquitectura y urbanismo representan la voluntad de vivir juntos, así como también su energía y vibración.

Concretamente, la Barcelona de hoy es un hub tecnológico de referencia a escala internacional, líder del sur de Europa. En cuanto a ecosistema startup, Barcelona se coloca como quinto2 hub tecnológico y digital europeo después de Londres, París, Berlín y Ámsterdam, y el primero del sur de Europa. También se considera la segunda3 mejor ciudad en estrategia de atracción del sector tecnológico de entre las 50 analizadas. Solo la supera Londres. El informe destaca que la ciudad acoge acontecimientos como el Mobile World Congress y el Smart City Expo, además de tener infraestructuras como el 22@. La presencia de la asociación Barcelona Tech City e iniciativas como Start-up Catalonia también son mencionadas. Aun así, somos la tercera4 ciudad del mundo escogida para emprender, y la cuarta5 para trabajar rozando muy cerca con Berlín, por debajo de Londres y Nueva York. Por lo tanto, la ciudad se posiciona como clara tractora de talento internacional, ingrediente clave para su desarrollo económico.
Hay que añadir que la crisis sanitaria y económica no ha afectado la posición de la capital catalana como una de las mejores del mundo para vivir, trabajar, visitar, investigar y emprender, entre otros. El reciente informe The World’s Best Cities 20216, la sitúa como la octava mejor ciudad del mundo. La mejor puntuación de Barcelona es en la promoción a internet (séptima posición), seguida de la calidad urbana (novena), programación cultural (undécima) e infraestructura y atractividad (docena). En el ranking general solo la superan Londres, Nueva York, París, Moscú, Tokyo, Dubai y Singapur.
Todo esto solo se puede explicar gracias a un pasado emprendedor e industrial sumado a un presente con un ecosistema digital y tecnológico en creciente consolidación, formado por actores locales referentes en el mundo. Igualmente, en este ámbito, contamos con una estrategia de futuro ambiciosa que nos convierte en un lugar idóneo para invertir, presente en el portafolios de todo inversor internacional.

Factores necesarios para forjar una entidad ciudadana metropolitana

La crisis sanitaria y económica provocada por el covid ha puesto de manifiesto nuevos retos y ha acentuado otros: la inclusión, la accesibilidad, la movilidad, la vivienda, la escasez de recursos y el cambio climático. Nos encontramos en un entorno donde el conjunto del territorio metropolitano comparte retos y problemáticas que hay que abordar a través de una agenda ambiciosa integrada por proyectos innovadores que lideren la transformación de la ciudad. Es necesario ejecutar una hoja de ruta común entre administraciones del territorio metropolitano diseñado a largo plazo, vacío de ideologías, electoralismos y con consenso político, empresarial y social.

Es pertinente mencionar factores incuestionables como la green recovery. Es conocido que la crisis del covid, en parte, es resultado de la destrucción continuada de la biodiversidad durante las últimas décadas. Es por eso que la megaciudad que diseñamos debe tener en cuenta el balance entre la sostenibilidad y el desarrollo económico para salvaguardar la calidad de vida y salud de sus habitantes. Concretamente, una mejor calidad del aire, agua más saludable, una gestión eficaz de los residuos y una mejor protección de la biodiversidad no solo reducen la vulnerabilidad de las comunidades a las pandemias y mejoran la resiliencia, sino que tienen el potencial de impulsar la actividad económica, generar ingresos, crear puestos de trabajo y reducir las desigualdades.

Alcance de la propuesta de Barcelona metrópolis como síntesis del anhelo de configurar la región metropolitana como una realidad con identidad de ciudad

En un mundo globalizado como el actual debemos pensar en clave de ciudad de 4,3 millones de habitantes. No nos podemos imaginar una Barcelona competitiva empresarialmente sin un área metropolitana muy vertebrada que nos una al resto del territorio y con conectividad internacional.

Para consolidar el desarrollo empresarial y tecnológico de Barcelona contamos con un aeropuerto intercontinental y un puerto de primera referencia a nivel del Mediterráneo. Ambos tienen un alto potencial a nivel logístico y están preparados para situar Barcelona como uno de los centros logísticos de referencia a nivel europeo. El sistema sería más sostenible si contáramos con un eje ferroviario potente que nos uniera con el corazón de Europa -corredor del Mediterráneo- y nos pusiera al nivel de centros logísticos como Amberes, Róterdam, Hamburgo o Bremen; así como potenciar otros puertos del eje mediterráneo como los de Tarragona y Valencia.

La propuesta Barcelona Metrópoli necesita una estructura administrativa articulada para el conjunto del área metropolitana. En este sentido, resulta imprescindible dejar de pensar que Barcelona es estrictamente lo que representa su Ayuntamiento y empezar a pensar en clave de administración colaborativa. Debemos entender el impulso de ciertas zonas del área metropolitana como una ventaja, un incentivo hacia nuevos modelos de crecimiento económico y de refuerzo de áreas punteras como la creatividad, la tecnología, la cultura audiovisual, la investigación biomédica, científica y tecnológica, la capital editorial y literaria en dos lenguas, y la cultura gastronómica. Incluso el renacimiento de nuestra tradición industrial.

Actores para hacer de Barcelona Metrópoli una realidad política

El objetivo es potenciar un modelo de ciudad competente que impulse la innovación, sea generador de atracción de talento y apoye el emprendimiento. El actor principal obligado a implicarse para que esto sea una realidad es el conjunto de la ciudadanía. En otras palabras, el sector público y el privado en plena colaboración: agentes sociales, grandes empresas, PIMES, startups, junto con las diferentes administraciones del territorio metropolitano y la academia alineados en acciones disruptivas y políticas unificadas a largo plazo. Será fundamental vertebrar el sistema entorno a los centros de investigación —como pueden ser lo Barcelona Supercomputing Center (BSC), el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona, el Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial (IIIA-CSIC), entre otros —, combinados con unas universidades de primer nivel, para atraer y crear el talento que nos hace económicamente competitivos y referentes ante el resto del mundo.

Un claro ejemplo de recuperación y de estímulo del área metropolitana con ingredientes de colaboración público privada es la creación de la primera estación de aterrizaje con dimensiones de conectividad internacional, la Barcelona Cable Landing Station. Una nueva instalación que pretende ser el puerto digital de referencia del Mediterráneo, permitiendo la llegada de cables submarinos de fibra óptica sin restricciones y conectando con terminales procedentes de Asia, África y el Mediterráneo. El proyecto se emplaza en el recinto de las Tres Chimeneas de San Adrià del Besós reforzando Cataluña, y más concretamente el área metropolitana, como polo de atracción de la economía digital.

Las ciudades son actualmente el elemento más vulnerable en un contexto de emergencia climática. Para el desarrollo económico de una región metropolitana de tal magnitud son imprescindibles políticas de movilidad multimodal, innovadoras y sostenibles. Justamente, hoy en día, nos hallamos ante la fragmentación de políticas de ámbito europeo, estatal, autonómico y también de ámbito municipal, donde la innovación no tiene cabida. Son políticas reactivas que vienen con retraso pretendiendo encontrar atajos a las ineficiencias ya existentes. Mientras la prioridad es una movilidad respetuosa con el medio ambiente que garantice una calidad del aire que dé cumplimiento a la normativa europea7 y asegure la salud del ciudadano, el Ayuntamiento de Barcelona inicia una cruzada contra el vehículo privado como única vía sin ofrecer alternativas ni tampoco una planificación en clave de región metropolitana.

Barcelona tiene como peculiaridad y atractivo ser una ciudad mixta, con uno centro en el cual se combina la actividad económica y la vida de los ciudadanos. Este hecho requiere la convivencia de un transporte público eficiente y dimensionado, flotas de vehículos de movilidad personal8 y colectiva9 idealmente de uso compartido con la logística desde la primera hasta la última milla. Solo el diálogo y la colaboración entre los sectores económicos implicados y el conjunto de administraciones públicas metropolitanas permitirá diseñar una región eficiente y sostenible. Nos encontramos ante un nuevo escenario donde las medidas innovadoras como la movilidad compartida bajo demanda, la telemetría10, los hubs logísticos urbanos, y la electrificación de las flotas, entre otros, dependen fundamentalmente de la voluntad de cocreación publico privada para ser una realidad.

Es esencial generar espacios de convivencia armónicos para superar la velocidad y complejidad de los retos que presenta el mundo actual y adaptarlos a las necesidades de las personas que viven en ellos. Así pues, una Barcelona metropolitana debe aspirar a ser una ciudad innovadora que encaja el cambio e impulsa nuevas dinámicas para crear puestos de trabajo de calidad, viviendas adecuadas, una movilidad eficiente, conectividad internacional, y todo ello en clave de sostenibilidad.

 

Notas:

1. Según el Saffron City Brand Barometer 2020.

2. Según el estudio de la publicación EU-Startup 2020.

3. Según  la revista fDi Intelligence, del grupo del Financial Times.

4. Boston Consulting Group.

5.  Boston Consulting Group.

6. Elaborado por Resonance Consultancy.

7. Directiva 2008/20/CE de cualidad del aire.

8. VMP: Vehículos de una o dos ruedas de una sola plaza, eléctricos no.

9. Coches y motocicletas.

10. Sistemas de medición de la conducción y planificación de rutas en tiempo real.

Por Mar Alarcón, fundadora de Social Car y vicepresidenta de Foment del Treball

En un momento como el actual resulta más que nunca necesario pararse y pensar hacia donde queremos ir. Tener una visión de futuro es imprescindible a la hora de planificar. Son muchos los interrogantes que se nos presentan cuando (re)pensamos el significado que queremos dar a la Barcelona Metrópoli de mañana y los conceptos alrededor de los cuales queremos articularla. Como en cualquier proceso de re-modelado es bueno entender de donde venimos para saber hacia donde vamos.

Primero hay que analizar qué significa ser metropolitano y ver cómo se ha construido el área metropolitana para definir posteriormente los factores necesarios para modelar una entidad ciudadana metropolitana. También, cuál creemos que debe ser el alcance de una propuesta de identidad para una ciudad como Barcelona con el objetivo de que ésta configure y lidere la región metropolitana. Por último, debemos identificar los actores que han de actuar y situarse al frente de este cambio para asegurar su realización con el mayor grado de éxito.

Repensamos nuestra ciudad con el objetivo de elaborar un gran proyecto para lograr una cohesión social a partir del fortalecimiento de su tejido empresarial, del empoderamiento de la figura del emprendedor, la creación de empresas para generar más puestos de trabajo y una riqueza sostenible. Hay que elaborar estos objetivos con un compromiso transversal y respetando aspectos prioritarios como son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS, Agenda 2030), la responsabilidad de la Administración, la cohesión social del territorio y la transformación digital.

El significado de ser metropolitano

Las grandes ciudades estan consideradas como uno de los artificios más grandes que ha creado la sociedad moderna, una gran obra de construcción civil que evoluciona a lo largo del tiempo. Un lugar donde se convive con desconocidos con los que aun así se adquiere una extraña familiaridad. Es, así mismo, un bien común que tendríamos que cuidar diseñando, planificando y gestionando con responsabilidad para que sea más accesible, asequible e inclusiva para todo el mundo. No se trata de un ente inmóvil sino en constante evolución. Las decisiones que se toman hoy relativas a una ciudad marcan lo que pueden ser las ventajas o las barreras en el futuro, y más ahora, en uno en un contexto de cambio a una velocidad sin precedentes. Por lo tanto, es imprescindible que los liderazgos de las ciudades sean conscientes, inclusivos y con una clara visión de futuro. Una ciudad como Barcelona, con ambición metropolitana, poco se puede permitir utilizar políticas de ensayo y error, del hacer y deshacer.

“No nos podemos imaginar una Barcelona competitiva empresarialmente sin una área metropolitana muy vertebrada que nos una al resto del territorio y con conectividad internacional”

 

 

 

Breve historia de la construcción del territorio metropolitano

El área Metropolitana de Barcelona (AMB) se crea el año 2011, alcanzando un territorio de 636 km², 36 municipios y más de 3,2 millones de habitantes. Cabe destacar que el área metropolitana de Barcelona es la aglomeración metropolitana más importante y dinámica de la zona Euromediterránea, donde se genera la mitad del PIB de Cataluña.

Barcelona, con más de 2.000 años de historia, no se convirtió en capital hasta hace menos de 300 años. Se ha desarrollado a partir de la evolución histórica y territorial de la metrópolis, sufriendo cambios desde su inicio hasta el día de hoy. Es en el siglo XIX donde podemos observar gran parte de los acontecimientos que nos llevan a la Barcelona que conocemos a la actualidad. Algunos de los precursores de estos cambios fueron el derribo de las murallas antiguas y la donación a la ciudad de la fortaleza de la Ciutadella, cosa que permitió la expansión de la ciudad con el proyecto urbanístico del Eixample, creado por Ildefonso Cerdà, así como la agregación de municipios limítrofes. Concretamente, fue con la Exposición Universal de 1888 cuando se inició una era de optimismo hacia una nueva etapa de progreso y prosperidad.

Más tarde, la Exposición Internacional de 1929 no solo origina una nueva remodelación importante de la ciudad con la Plaza España, Montjuic y sus alrededores, sino que supone un impulso relevante en el ámbito económico y tecnológico, proyectando la industria catalana hacia el exterior y creando la marca Barcelona a nivel internacional. Y así, muchos otros acontecimientos históricos ha ido impactando en el desarrollo de la ciudad actual sin olvidarnos de la celebración de los Juegos Olímpicos en 1992 y todos los cambios que estos generaron a nivel económico, urbanístico, social y de posicionamiento internacional.

Hoy, es en esta área territorial donde surge la oportunidad de potenciar las capacidades y los conocimientos para lograr una mayor presencia a nivel internacional, incrementar la actividad económica, atraer talento y ser líderes en innovación. Me atrevería a decir que deberíamos estar capacitados para celebrar con orgullo el centenario, el próximo 2030, de la Exposición Internacional de 1929.

El actual punto de partida

Barcelona, séptima1 ciudad del mundo con mejor marca, cuenta con un alto reconocimiento internacional por los múltiples factores que la hacen atractiva: la calidad de vida, los atractivos turísticos, la luz, la gente, es una ciudad mediana —de escala humana, se puede recorrer a pie—, densa, diversa, cosmopolita y multicultural. Su propia arquitectura y urbanismo representan la voluntad de vivir juntos, así como también su energía y vibración.

Concretamente, la Barcelona de hoy es un hub tecnológico de referencia a escala internacional, líder del sur de Europa. En cuanto a ecosistema startup, Barcelona se coloca como quinto2 hub tecnológico y digital europeo después de Londres, París, Berlín y Ámsterdam, y el primero del sur de Europa. También se considera la segunda3 mejor ciudad en estrategia de atracción del sector tecnológico de entre las 50 analizadas. Solo la supera Londres. El informe destaca que la ciudad acoge acontecimientos como el Mobile World Congress y el Smart City Expo, además de tener infraestructuras como el 22@. La presencia de la asociación Barcelona Tech City e iniciativas como Start-up Catalonia también son mencionadas. Aun así, somos la tercera4 ciudad del mundo escogida para emprender, y la cuarta5 para trabajar rozando muy cerca con Berlín, por debajo de Londres y Nueva York. Por lo tanto, la ciudad se posiciona como clara tractora de talento internacional, ingrediente clave para su desarrollo económico.
Hay que añadir que la crisis sanitaria y económica no ha afectado la posición de la capital catalana como una de las mejores del mundo para vivir, trabajar, visitar, investigar y emprender, entre otros. El reciente informe The World’s Best Cities 20216, la sitúa como la octava mejor ciudad del mundo. La mejor puntuación de Barcelona es en la promoción a internet (séptima posición), seguida de la calidad urbana (novena), programación cultural (undécima) e infraestructura y atractividad (docena). En el ranking general solo la superan Londres, Nueva York, París, Moscú, Tokyo, Dubai y Singapur.
Todo esto solo se puede explicar gracias a un pasado emprendedor e industrial sumado a un presente con un ecosistema digital y tecnológico en creciente consolidación, formado por actores locales referentes en el mundo. Igualmente, en este ámbito, contamos con una estrategia de futuro ambiciosa que nos convierte en un lugar idóneo para invertir, presente en el portafolios de todo inversor internacional.

Factores necesarios para forjar una entidad ciudadana metropolitana

La crisis sanitaria y económica provocada por el covid ha puesto de manifiesto nuevos retos y ha acentuado otros: la inclusión, la accesibilidad, la movilidad, la vivienda, la escasez de recursos y el cambio climático. Nos encontramos en un entorno donde el conjunto del territorio metropolitano comparte retos y problemáticas que hay que abordar a través de una agenda ambiciosa integrada por proyectos innovadores que lideren la transformación de la ciudad. Es necesario ejecutar una hoja de ruta común entre administraciones del territorio metropolitano diseñado a largo plazo, vacío de ideologías, electoralismos y con consenso político, empresarial y social.

Es pertinente mencionar factores incuestionables como la green recovery. Es conocido que la crisis del covid, en parte, es resultado de la destrucción continuada de la biodiversidad durante las últimas décadas. Es por eso que la megaciudad que diseñamos debe tener en cuenta el balance entre la sostenibilidad y el desarrollo económico para salvaguardar la calidad de vida y salud de sus habitantes. Concretamente, una mejor calidad del aire, agua más saludable, una gestión eficaz de los residuos y una mejor protección de la biodiversidad no solo reducen la vulnerabilidad de las comunidades a las pandemias y mejoran la resiliencia, sino que tienen el potencial de impulsar la actividad económica, generar ingresos, crear puestos de trabajo y reducir las desigualdades.

Alcance de la propuesta de Barcelona metrópolis como síntesis del anhelo de configurar la región metropolitana como una realidad con identidad de ciudad

En un mundo globalizado como el actual debemos pensar en clave de ciudad de 4,3 millones de habitantes. No nos podemos imaginar una Barcelona competitiva empresarialmente sin un área metropolitana muy vertebrada que nos una al resto del territorio y con conectividad internacional.

Para consolidar el desarrollo empresarial y tecnológico de Barcelona contamos con un aeropuerto intercontinental y un puerto de primera referencia a nivel del Mediterráneo. Ambos tienen un alto potencial a nivel logístico y están preparados para situar Barcelona como uno de los centros logísticos de referencia a nivel europeo. El sistema sería más sostenible si contáramos con un eje ferroviario potente que nos uniera con el corazón de Europa -corredor del Mediterráneo- y nos pusiera al nivel de centros logísticos como Amberes, Róterdam, Hamburgo o Bremen; así como potenciar otros puertos del eje mediterráneo como los de Tarragona y Valencia.

La propuesta Barcelona Metrópoli necesita una estructura administrativa articulada para el conjunto del área metropolitana. En este sentido, resulta imprescindible dejar de pensar que Barcelona es estrictamente lo que representa su Ayuntamiento y empezar a pensar en clave de administración colaborativa. Debemos entender el impulso de ciertas zonas del área metropolitana como una ventaja, un incentivo hacia nuevos modelos de crecimiento económico y de refuerzo de áreas punteras como la creatividad, la tecnología, la cultura audiovisual, la investigación biomédica, científica y tecnológica, la capital editorial y literaria en dos lenguas, y la cultura gastronómica. Incluso el renacimiento de nuestra tradición industrial.

Actores para hacer de Barcelona Metrópoli una realidad política

El objetivo es potenciar un modelo de ciudad competente que impulse la innovación, sea generador de atracción de talento y apoye el emprendimiento. El actor principal obligado a implicarse para que esto sea una realidad es el conjunto de la ciudadanía. En otras palabras, el sector público y el privado en plena colaboración: agentes sociales, grandes empresas, PIMES, startups, junto con las diferentes administraciones del territorio metropolitano y la academia alineados en acciones disruptivas y políticas unificadas a largo plazo. Será fundamental vertebrar el sistema entorno a los centros de investigación —como pueden ser lo Barcelona Supercomputing Center (BSC), el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona, el Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial (IIIA-CSIC), entre otros —, combinados con unas universidades de primer nivel, para atraer y crear el talento que nos hace económicamente competitivos y referentes ante el resto del mundo.

Un claro ejemplo de recuperación y de estímulo del área metropolitana con ingredientes de colaboración público privada es la creación de la primera estación de aterrizaje con dimensiones de conectividad internacional, la Barcelona Cable Landing Station. Una nueva instalación que pretende ser el puerto digital de referencia del Mediterráneo, permitiendo la llegada de cables submarinos de fibra óptica sin restricciones y conectando con terminales procedentes de Asia, África y el Mediterráneo. El proyecto se emplaza en el recinto de las Tres Chimeneas de San Adrià del Besós reforzando Cataluña, y más concretamente el área metropolitana, como polo de atracción de la economía digital.

Las ciudades son actualmente el elemento más vulnerable en un contexto de emergencia climática. Para el desarrollo económico de una región metropolitana de tal magnitud son imprescindibles políticas de movilidad multimodal, innovadoras y sostenibles. Justamente, hoy en día, nos hallamos ante la fragmentación de políticas de ámbito europeo, estatal, autonómico y también de ámbito municipal, donde la innovación no tiene cabida. Son políticas reactivas que vienen con retraso pretendiendo encontrar atajos a las ineficiencias ya existentes. Mientras la prioridad es una movilidad respetuosa con el medio ambiente que garantice una calidad del aire que dé cumplimiento a la normativa europea7 y asegure la salud del ciudadano, el Ayuntamiento de Barcelona inicia una cruzada contra el vehículo privado como única vía sin ofrecer alternativas ni tampoco una planificación en clave de región metropolitana.

Barcelona tiene como peculiaridad y atractivo ser una ciudad mixta, con uno centro en el cual se combina la actividad económica y la vida de los ciudadanos. Este hecho requiere la convivencia de un transporte público eficiente y dimensionado, flotas de vehículos de movilidad personal8 y colectiva9 idealmente de uso compartido con la logística desde la primera hasta la última milla. Solo el diálogo y la colaboración entre los sectores económicos implicados y el conjunto de administraciones públicas metropolitanas permitirá diseñar una región eficiente y sostenible. Nos encontramos ante un nuevo escenario donde las medidas innovadoras como la movilidad compartida bajo demanda, la telemetría10, los hubs logísticos urbanos, y la electrificación de las flotas, entre otros, dependen fundamentalmente de la voluntad de cocreación publico privada para ser una realidad.

Es esencial generar espacios de convivencia armónicos para superar la velocidad y complejidad de los retos que presenta el mundo actual y adaptarlos a las necesidades de las personas que viven en ellos. Así pues, una Barcelona metropolitana debe aspirar a ser una ciudad innovadora que encaja el cambio e impulsa nuevas dinámicas para crear puestos de trabajo de calidad, viviendas adecuadas, una movilidad eficiente, conectividad internacional, y todo ello en clave de sostenibilidad.

 

Notas:

1. Según el Saffron City Brand Barometer 2020.

2. Según el estudio de la publicación EU-Startup 2020.

3. Según  la revista fDi Intelligence, del grupo del Financial Times.

4. Boston Consulting Group.

5.  Boston Consulting Group.

6. Elaborado por Resonance Consultancy.

7. Directiva 2008/20/CE de cualidad del aire.

8. VMP: Vehículos de una o dos ruedas de una sola plaza, eléctricos no.

9. Coches y motocicletas.

10. Sistemas de medición de la conducción y planificación de rutas en tiempo real.

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